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Tuesday, December 23, 2025
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    La explosión del cohete Alcântara pone a prueba la apuesta de Brasil por reconstruir una industria de lanzamiento

    Puntos clave El cohete surcoreano HANBIT-Nano falló aproximadamente un minuto después de despegar desde el puerto espacial brasileño de Alcântara durante una transmisión en vivo. La misión “Spaceward” tenía como objetivo colocar ocho cargas útiles en órbita, incluidos cinco satélites pequeños, para el mercado de lanzamientos pequeños en rápido crecimiento. El accidente afecta la credibilidad de Brasil en un sitio aún definido por la explosión de una plataforma en 2003 que mató a 21 técnicos. Segundos después del despegue, apareció un mensaje de “anomalía” en la transmisión en vivo y luego una creciente bola de fuego llenó la pantalla. El lunes por la noche, el vehículo HANBIT-Nano despegó desde el Centro Espacial Alcântara en Maranhão y se perdió poco después del despegue.

    La Fuerza Aérea de Brasil, que apoya las operaciones en la base, dijo que el cohete comenzó su trayectoria vertical según lo planeado antes de que una “anomalía” provocara un impacto en el suelo.

    Equipos de seguridad y extinción de incendios fueron enviados al lugar del impacto. A primera hora del martes, las autoridades no habían confirmado la causa. El vuelo se comercializó como un hito comercial.

    La explosión del cohete Alcântara pone a prueba la apuesta de Brasil por reconstruir una industria de lanzamiento. (Foto reproducción de Internet) Con la marca “Spaceward”, estaba destinado a desplegar ocho cargas útiles, incluidos cinco satélites pequeños. Innospace, la compañía surcoreana detrás del cohete, ha estado posicionando el vehículo como una ruta más barata y rápida a la órbita para cargas útiles pequeñas.

    La promesa de Alcântara puesta a prueba por el fracaso y la credibilidad Para Brasil, la historia más importante es la propia Alcântara. Cerca del ecuador, el sitio puede ofrecer un mejor rendimiento de lanzamiento que muchas bases en latitudes más altas.

    Esa ventaja ha impulsado años de esfuerzos para convertir a Alcântara en un puerto espacial utilizado internacionalmente, incluida la apertura del alcance a operadores externos.

    Sin embargo, la promesa de Alcântara se ve ensombrecida por la tragedia. En agosto de 2003, un cohete brasileño explotó en la plataforma, matando a 21 personas y paralizando la actividad de lanzamiento nacional durante años.

    La reconstrucción ha requerido no sólo ingeniería, sino también confianza. El nuevo enfoque de Brasil se ha basado en reglas más claras y asociaciones comerciales, incluidos acuerdos que permitieron a empresas extranjeras como Innospace operar en el sitio.

    El fracaso del lunes pone ahora a prueba si la respuesta sigue siendo técnica y transparente o si cae en una culpa politizada. Los inversores reaccionaron rápidamente.

    Reuters informó que las acciones de Innospace cayeron alrededor del 24% después del colapso. El próximo punto de inflexión será la investigación y si surge un camino creíble hacia un nuevo vuelo seguro.