Puntos clave El gobierno prevé un crecimiento del 2,3% en 2025 y del 2,4% en 2026, por debajo de su proyección anterior pero aproximadamente el doble del promedio de la última década. El PIB cayó un 0,2% entre julio y septiembre en comparación con el trimestre anterior, poniendo fin a ocho trimestres consecutivos de ganancias, incluso cuando la producción se mantuvo un 1,2% por encima del año anterior. Una inflación del 4,09% y un acuerdo récord de bonos en pesos son fundamentales para la afirmación de Uruguay de que puede crecer sin perder credibilidad. La tarjeta de presentación de Uruguay en el exterior es la previsibilidad. Esa reputación ahora está siendo puesta a prueba por una perspectiva de crecimiento más débil y la tarea más difícil de aumentar la inversión y al mismo tiempo resistir la fácil tentación de gastar primero y hacer preguntas después.
El Ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, dice que la economía debería expandirse alrededor de un 2,3% en 2025. Admitió que es menor de lo esperado inicialmente, pero argumentó que aún supera con creces el promedio de la última década.
Para 2026, pronosticó un 2,4% y dijo que el nuevo Presupuesto Nacional brinda al gobierno herramientas para aumentar la inversión y el crecimiento tendencial. Los datos explican la precaución.
El nuevo gobierno de Uruguay apuesta por el endeudamiento en pesos y la baja inflación para sostener el crecimiento. (Foto reproducción de Internet) En el tercer trimestre (julio-septiembre), el PIB desestacionalizado cayó un 0,2% respecto del trimestre anterior, poniendo fin a una racha de expansión de ocho trimestres.
Uruguay registra crecimiento modesto y prevé estabilidad fiscal La producción aún aumentó un 1,2% respecto al año anterior. Para una economía pequeña y abierta, esa combinación a menudo indica vulnerabilidad a la demanda externa y a los cambios financieros globales.
Oddone apunta a los estabilizadores. La inflación de doce meses disminuyó al 4,09% en noviembre, cerca del extremo inferior del rango objetivo oficial y descrita por las autoridades como la más baja en aproximadamente 20 años.
También citó la creación de 15.000 puestos de trabajo durante el año pasado. La historia más profunda es la confianza de los inversores y el esfuerzo del gobierno para hacerla duradera.
En octubre, Uruguay llevó a cabo lo que los funcionarios llamaron su mayor emisión en moneda local, incluido el equivalente a alrededor de 1.350 millones de dólares en un nuevo bono global denominado en pesos, más una reapertura de 500 millones de dólares de un bono en dólares.
Pedir más préstamos en pesos tiene como objetivo reducir la exposición a subidas abruptas del dólar. Los escépticos notan una brecha entre el supuesto de crecimiento del presupuesto de aproximadamente 2,6% y estimaciones más cercanas al 2,0%.
El presidente Yamandú Orsi, un ex gobernador de Canelones de 58 años que asumió el cargo el 1 de marzo, debe ahora demostrar que Uruguay puede mantener su disciplina y aun así crecer más rápido que su récord reciente.