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Wednesday, December 24, 2025
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    Los consumidores brasileños vuelven a mirar hacia arriba, pero aún les duele el bolsillo

    Puntos clave La confianza del consumidor aumentó por cuarto mes consecutivo en diciembre, alcanzando su mejor nivel desde diciembre de 2024. La mejora provino de las expectativas sobre el futuro, mientras que las opiniones sobre las condiciones actuales se debilitaron. Los hogares de bajos ingresos reportaron el mayor cambio de humor, incluso cuando la morosidad récord y la fuerte deuda mantienen los presupuestos ajustados. Los consumidores brasileños terminaron 2025 con un humor ligeramente mejor, pero el optimismo está haciendo la mayor parte del trabajo. Nuevos datos de FGV IBRE muestran que su índice de confianza del consumidor aumentó 0,4 puntos en diciembre hasta 90,2, el nivel más alto en un año y el cuarto aumento mensual consecutivo.

    El impulso provino de lo que la gente piensa que sucederá a continuación, no de lo que sienten ahora. El índice de expectativas de la FGV subió 1,4 puntos, hasta 95,2, mientras que el índice de situación actual cayó 1,4 puntos, hasta 83,4.

    En otras palabras, las familias son menos pesimistas sobre los meses venideros, incluso cuando las condiciones del día a día siguen siendo difíciles. Dentro del indicador de expectativas, la mejora más clara se dio en las perspectivas de la economía local.

    Los consumidores brasileños vuelven a mirar hacia arriba, pero sus billeteras aún sufren. (Foto reproducción de Internet) Ese componente saltó 3,6 puntos a 108,3, la mejor lectura desde septiembre de 2024. Otras medidas prospectivas apenas cambiaron: las expectativas sobre las finanzas familiares aumentaron 0,1 puntos a 93,0, y las intenciones de comprar bienes duraderos aumentaron 0,3 puntos a 84,9.

    Mientras tanto, la “economía local actual” cayó 1,7 puntos hasta 94,1 y la “situación financiera familiar actual” cayó 1,0 puntos hasta 73,1. Las divisiones de ingresos subrayan cuán desigual se siente la recuperación.

    La confianza aumentó más entre los consumidores de bajos ingresos: el grupo que gana hasta R$ 2.100 (389 dólares) saltó 4,2 puntos hasta 90,4. El tramo medio-bajo (R$ 2.100,01 – R$ 4.800, o entre $ 389 y $ 889) cayó 5,2 puntos hasta 87,6.

    Los hogares de ingresos medios (entre 4.800,01 y 9.600 reales, entre 889 y 1.778 dólares) ganaron 1,5 puntos hasta 88,7, mientras que el grupo de ingresos más altos (por encima de 9.600,01 reales, por encima de 1.778 dólares) cayó 0,6 puntos hasta 94,1.

    Los economistas de FGV apuntan a un mercado laboral que sigue siendo favorable, pero la tensión es visible en el contexto crediticio. Mientras la morosidad alcanza niveles récord y la deuda de los hogares sigue siendo generalizada, la confianza está aumentando gracias a la esperanza, y la esperanza no siempre se traduce en gasto.