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Monday, December 22, 2025
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    De La Chinita a La Candelaria: el ciclo festivo venezolano, misas de aguinaldo y el ritmo inconfundible de la gaita

    Mujeres caminan junto a una decoración navideña en el complejo militar de Fuerte Tiuna, Caracas, el 1 de octubre de 2024. Foto: Juan BARRETO / AFPA diferencia de muchos ciclos occidentales centrados en diciembre, la festividad venezolana posee una duración significativa. El inicio formal se establece el 18 de noviembre, con la celebración del Día de la Virgen de Chiquinquirá (La Chinita) en el estado Zulia. Esta fecha marca el comienzo de las Noches de Gaitas o el Amanecer Gaitero en esa región.

    Esta extensión prolongada cumple una función social crucial: maximizar el tiempo dedicado a la cohesión familiar y comunitaria. El ciclo culmina de manera estándar el 6 de enero, con la Epifanía o el Día de los Reyes Magos. Sin embargo, la tradición católica y los creyentes más rigurosos se extienden la temporada hasta el 2 de febrero, Día de La Candelaria, para cumplir 40 días del nacimiento de Jesús.

    Exposición Nacimientos de América, en la Casa de Colón, Las Palmas de Gran Canaria. Foto: El Coleccionista de Instantes bajo licencia CC BY-SA 2.0Las madrugadas de la fe y el folcloreLas misas de aguinaldo representan una de las tradiciones religiosas más distintivas y queridas de Venezuela. Estos se celebran durante la novena, desde el 16 hasta el 24 de diciembre, caracterizándose por tener lugar en la madrugada.

    Este rito devocional es posible gracias a un permiso especial otorgado por el papa León XIII. Dicho privilegio permitió la inclusión de los cantos populares, conocidos como aguinaldos, dentro de la liturgia católica durante estos nueve días. Esta fusión entre el canto popular y la misa refleja la alta permeabilidad de la Iglesia venezolana al folclore nacional.

    Los aguinaldos son cantos de parranda navideña con ritmos propios de la cultura, y su incorporación acentúa el sentido de fiesta comunitaria. Durante estos servicios, los sacerdotes enfatizan la importancia de la preparación espiritual y la llegada de Cristo.

    Las misas de aguinaldo representan una de las tradiciones religiosas más distintivas y queridas de Venezuela. Foto: 12276451 en PixabayLa gaita: himno no oficial de diciembreLa música es, posiblemente, el componente más vital y omnipresente de las navidades venezolanas. La alegría de la temporada se traduce en una variedad de cantos y bailes que abarcan diversos ritmos. La gaita zuliana es el género dominante y es considerado el “himno” no oficial de la época.

    El inicio sonoro de la gaita en Zulia se ancla al 18 de noviembre, coincidiendo con la fiesta de La Chinita. Su instrumentación típica incluye el cuatro, el furro, la tambora y las maracas, impregnando de cohesión cultural a todo el país en diciembre.

    Además de la gaita, los aguinaldos y las parrandas son géneros musicales amplios con ritmos propios de la cultura de celebración. La función social de las parrandas es fundamental, pues llenan las fiestas de reunión familiar, calor humano y solidaridad.

    Patinatas y ritos de decoración.El pesebre, también conocido como nacimiento de Belén, y el árbol de Navidad, son los centros de la decoración hogareña. El pesebre es el foco de devoción y el centro narrativo de la Natividad, simbolizando la unión familiar y la humildad. En Venezuela se le atribuye una mayor “prestancia” histórica que al árbol.

    El árbol de Navidad simboliza la “vida perenne”, pero su popularización fue más tardía, ligada a la influencia estadounidense y la explotación petrolera desde los años 40. El hecho de que el pesebre conserve históricamente la primacía indica la prevalencia de la tradición religiosa sobre la mercantilización de la festividad.

    Las pátinas navideñas son una tradición social única y famosa en casi todo el país. Consiste en el cierre de calles y avenidas para que niños y adultos patinen y disfruten de la música. Esta costumbre se popularizó en los años 40, adaptando la idea del patinaje al pavimento.

    Existe un vínculo ritual importante, ya que las patinatas se asocian intrínsecamente a las Misas de Aguinaldo. Los niños y jóvenes salían a patinar ruidosamente en la madrugada, creando una “zona liminal” o de tiempo suspendido donde se relajan las reglas urbanas.

    Paradura del niño, por Encel bajo licencia de CC BY-NC-SA 2.0El cierre andino: la paradura del niñoEn Los Andes venezolanos, el ciclo navideño se distingue por un fuerte enfoque en las tradiciones religiosas de clausura. El rito de cierre fundamental en esta región es la paradura del niño.

    Este rito se lleva a cabo tras el 6 de enero y puede extenderse hasta principios de febrero. Consiste en levantar la figura del niño Jesús del pesebre, lo que marca el paso de la quietud del nacimiento al movimiento de la vida.

    Durante la paradura, se reza un rosario y, si es una “paradura cantada”, grupos musicales entonan cantos y versos. El ritual incluye una pequeña procesión del niño Jesús alrededor del hogar. Al finalizar, los anfitriones ofrecen vino y bizcochuelo a los asistentes.

    En el oriente del país, persiste otro rito de origen ancestral: el baile del mono, que se celebra el 28 de diciembre. Este rito se remonta a la etnia chaima y coincide con el Día de los Inocentes, demostrando la persistencia de las raíces multiculturales. La complejidad de estas tradiciones, ricas en sabor, ritmo y fe, es lo que reafirma anualmente la identidad nacional venezolana.

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