Argentina ha aliviado las restricciones al comercio de divisas y dijo que comenzará a reconstruir sus reservas de divisas, aprovechando la creciente confianza de los inversores en el gobierno del presidente Javier Milei para apuntalar sus frágiles finanzas.
A partir de 2026, las bandas de negociación del peso se expandirán al mismo ritmo que la inflación mensual, en lugar del ritmo actual del uno por ciento. Los precios subieron un 2,5 por ciento en noviembre, lo que significa que las bandas podrían expandirse a más del doble del ritmo actual en el corto plazo.
El Banco Central también comenzará a acumular reservas, con el objetivo de comprar 10.000 millones de dólares el próximo año en un escenario base, que podría aumentar dependiendo de la demanda monetaria, según un comunicado del lunes. Inicialmente, las compras de reservas “se alinearán con” hasta el cinco por ciento del volumen diario en los mercados de divisas de Argentina. La autoridad monetaria también puede comprar dólares en operaciones en bloque.
La política monetaria de Argentina de bandas comerciales sigue siendo el “mejor régimen” para la economía y los nuevos cambios a las bandas todavía están alineados con una trayectoria de menor inflación, dijo el gobernador del Banco Central, Santiago Bausili, en una conferencia de prensa posterior al anuncio. El Fondo Monetario Internacional y el Tesoro de Estados Unidos fueron informados de los cambios de política de Argentina, dijo Bausili.
La participación del Tesoro argentino en el mercado de divisas -compró 320 millones de dólares fuera del mercado el lunes- ha estado “muy ligada al cumplimiento de los vencimientos de deuda”, dijo Bausili, y agregó que una vez que el país recupere el acceso a los mercados internacionales de capital, la necesidad de comprar dólares disminuirá.
Los bonos soberanos de Argentina cruzaron la curva con la noticia. Los bonos con vencimiento en 2035, algunos de los más líquidos, subieron más de un centavo a casi 73 centavos por dólar. Los rendimientos de la deuda están ligeramente por encima del 10 por ciento, un nivel que los funcionarios han señalado a los inversores que se sentirían cómodos emitiendo nuevos bonos.
El país ha quedado excluido del mercado desde que entró en default por tercera vez en este siglo durante la pandemia. Milei, un economista libertario, ha hecho de recuperar el acceso a los inversores de deuda para principios de 2026 un objetivo clave desde que asumió el cargo en 2023. Un regreso también daría al país una infusión de dólares que podría utilizar para pagar sus deudas externas (debe pagar unos 4.500 millones de dólares en enero y una cantidad similar para julio) y reconstruir sus agotadas reservas de divisas fuertes.
Las nuevas medidas atienden los llamados de los inversores para una política cambiaria más flexible, ya que los analistas habían advertido sobre una moneda sobrevaluada durante gran parte de los primeros dos años de Milei en el cargo. También son los cambios de política más significativos desde que Argentina finalizó su acuerdo de 20 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional en abril.
Funcionarios del FMI advirtieron recientemente que sería “desafiante” para Argentina cumplir el próximo objetivo del programa de acumulación de reservas, algo que requeriría que la junta del prestamista aprobara otra exención. El gobierno recibió una exención a principios de este año por no alcanzar el mismo objetivo. El lunes, el FMI dio la bienvenida a los cambios de política de Argentina.
“Es un paso positivo en la dirección de la normalización”, dijo Alejandro Cuadrado, jefe global de divisas de BBVA, agregando que el peso podría debilitarse un poco como resultado del cambio de política. El anuncio se hizo luego del cierre de los mercados locales, con el peso cotizando a 1.438,5 por dólar estadounidense.
Milei está entrando en la segunda mitad de su mandato con un impulso renovado después de una gran victoria en las elecciones de mitad de período del Congreso de Argentina en octubre. La semana pasada tomó juramento un nuevo Congreso, y los libertarios de Milei emergieron como el bloque más grande en la legislatura mientras él intenta aprobar una importante reforma laboral y un presupuesto anual.
Antes de la votación, el equipo económico de Milei había priorizado defender el peso y mantener la inflación bajo control a costa de no acumular reservas. Los analistas vieron el giro de la política como un cambio bienvenido que probablemente impulsaría los precios de los bonos.
“Esto parece un reconocimiento de que la actual estrategia de acumulación de reservas ha sido insuficiente y están tratando de calibrarla para aumentar el ritmo de acumulación de reservas”, dijo David Austerweil, subgerente de cartera de Van Eck Global, calificándola de “crédito positivo”.
La acumulación de reservas de “entre 10.000 y 15.000 millones de dólares el próximo año es muy positiva”, añadió.
por Patrick Gillespie y David Feliba, Bloomberg