Puntos clave Carla Zambelli dimitió el 14 de diciembre después de que una orden de la Corte Suprema obligara a su destitución inmediata; Se espera que su sustituto asuma el cargo el 15 de diciembre. La disputa puso a prueba si el Congreso puede bloquear la pérdida del cargo después de una condena penal firme que incluye pena de prisión. Detenido en Roma desde julio, Zambelli se enfrenta a una audiencia italiana el 18 de diciembre sobre la solicitud de extradición de Brasil. La dimisión de Carla Zambelli llegó el domingo por la noche y, desde el extranjero, podría parecer un cambio de rutina. Es una instantánea de la lucha en Brasil después de Bolsonaro por el creciente papel del poder judicial en la vida política.
El 10 de diciembre, la Cámara de Diputados votó sobre la destitución de Zambelli. El esfuerzo no logró alcanzar la mayoría absoluta requerida: 227 votaron a favor de la destitución, 110 en contra y 10 se abstuvieron, por debajo de los 257 votos necesarios.
El magistrado Alexandre de Moraes anuló el acto de la Cámara que formalizó el resultado, calificándolo de inconstitucional, y ordenó dejar vacante su escaño. El 12 de diciembre, la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal confirmó por unanimidad a Moraes.
Su visión es que, tras una condena penal firme con pena de prisión, el Poder Judicial determina la pérdida del mandato y el Congreso se limita a declararla.
Zambelli dimite después de que el tribunal anulara al Congreso, mientras Italia sopesa la extradición. (Foto reproducción de Internet) Zambelli respondió en términos políticos. En su carta de renuncia, dijo que se marchaba para crear un “récord histórico”, citó a 946.244 votantes y describió el episodio como una anulación no electa de la representación.
Los partidarios se hicieron eco de esa advertencia en línea, argumentando que se está ejerciendo presión sobre el poder judicial. Los críticos respondieron que las condenas firmes deben tener consecuencias inmediatas, incluso para los funcionarios electos.
La causa penal es el núcleo. La condena de Zambelli quedó firme el 7 de junio de 2025. Fue sentenciada a 10 años de prisión y una multa por delitos relacionados con una intrusión en 2023 en sistemas asociados con el Consejo Nacional de Justicia de Brasil, además de acusaciones de falsificación.
Salió de Brasil en busca de asilo, alegando persecución política y su doble ciudadanía italiana, pero fue arrestada en Roma en julio. Ahora la historia pasa a Italia.
Los jueces han exigido información sobre las condiciones carcelarias brasileñas y dónde quedaría detenida en caso de ser extraditada. La audiencia del 18 de diciembre decidirá si regresa y cómo un tribunal extranjero sopesará las garantías de Brasil. Nada en esta cuenta fue inventado.