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Monday, December 22, 2025
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    La valoración de 800 mil millones de dólares de SpaceX y su impulso para una oferta pública inicial en 2026: un punto de inflexión para la industria espacial

    Puntos clave

    SpaceX fijó un precio interno de las acciones de 421 dólares, lo que implica una valoración de alrededor de 800 mil millones de dólares, en una nueva oferta pública de adquisición para empleados e inversores. La compañía dijo a los accionistas que se está preparando para una posible oferta pública inicial (IPO) en 2026, y los informes sugieren que podría intentar recaudar más de 25.000 a 30.000 millones de dólares. El aumento refleja el crecimiento de Starlink y la apuesta de que Starship puede desbloquear una escala mucho mayor, incluso con importantes riesgos técnicos y de financiación. SpaceX acaba de ponerse un alto precio a sí mismo. En un mensaje descrito en el informe, el director financiero Bret Johnsen fijó el precio de referencia en 421 dólares por acción.

    Eso implica una valoración de alrededor de 800 mil millones de dólares, casi el doble del precio de 212 dólares citado para una transacción de julio que valoró a la compañía en cerca de 400 mil millones de dólares.

    En esta ronda, SpaceX autorizó a los titulares elegibles a vender hasta aproximadamente 2.560 millones de dólares en acciones a compradores aprobados.

    Esto no es una IPO. Es una licitación privada: vendedores limitados, compradores seleccionados y un precio que puede subir rápidamente. S

    Hasta ahora, la nota de la compañía sobre una posible cotización en bolsa en 2026 es una señal de que la era de “permanecer privado para siempre” tiene límites, incluso para las empresas de élite.

    La valoración de 800 mil millones de dólares de SpaceX y su impulso para una oferta pública inicial en 2026: un punto de inflexión para la industria espacial La valoración de 800 mil millones de dólares de SpaceX y su impulso para una oferta pública inicial en 2026 La historia detrás de la historia es que SpaceX es cada vez más valorada menos como constructor de cohetes y más como plataforma de comunicaciones.

    La alta cadencia y reutilización de Falcon 9 convirtieron a la compañía en el lanzador más prolífico del sector, llevando satélites y personas a órbita como un servicio de rutina.

    Sin embargo, la lógica de la megacapitalización ahora se apoya en Starlink, la red de Internet de órbita terrestre baja que ha crecido hasta tener millones de clientes y cuyo precio se asemeja al de una franquicia global de telecomunicaciones con una cadena de suministro incorporada.

    Luego viene Starship, comercializado como el cohete más poderoso jamás construido. Es fundamental para los planes para desplegar muchos más satélites y apoyar misiones lunares.

    También necesita capital, es difícil de perfeccionar y está expuesto a escrutinio regulatorio y de seguridad. Una IPO, si ocurre, financiaría esa escala y ofrecería salidas.

    Para los inversores, la prueba es si la valoración privada puede sobrevivir a la transparencia pública. Para los gobiernos, el mensaje es más simple: la ejecución disciplinada, no las grandes promesas, marca el ritmo en industrias estratégicas.