Puntos clave Washington quiere que cinco años de historia de las redes sociales sean obligatorios para millones de visitantes de corta estancia que utilicen ESTA. El plan extiende la investigación de seguridad posterior al 11 de septiembre a turistas de 42 países, en su mayoría aliados, agregando datos telefónicos, de correo electrónico y familiares. Los partidarios ven un filtro de sentido común; Los críticos advierten sobre la elaboración de perfiles digitales, la autocensura y un golpe al turismo. La última propuesta de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos convertiría un formulario en línea de rutina en una mirada profunda a la vida digital de los visitantes.
Los viajeros que utilicen el Sistema Electrónico de Autorización de Viaje de exención de visa, o ESTA, tendrían que incluir hasta cinco años de cuentas de redes sociales como un campo obligatorio en lugar de un extra opcional.
El cambio está dirigido a ciudadanos de 42 países incluidos en el esquema de exención de visa, desde socios europeos clave hasta Japón, Israel, Australia y Nueva Zelanda.
Actualmente, estos visitantes pueden permanecer hasta 90 días sin visa después de pagar una tarifa modesta y responder preguntas básicas de seguridad.
¿Quieres viajar a Estados Unidos? Su vida en línea puede ser examinada primero. (Foto reproducción de Internet) Según el nuevo plan, también tendrían que proporcionar números de teléfono utilizados en los últimos cinco años, direcciones de correo electrónico de la última década e información más detallada sobre familiares cercanos.
El mensaje oficial de Washington es claro: la economía es fuerte, el país todavía quiere turistas, pero las autoridades quieren más herramientas para mantener alejados a los extremistas violentos y las redes hostiles.
Los controles fronterizos se intensifican a medida que aumentan los temores sobre la privacidad digital Para muchos de los que están a favor de fronteras y controles más estrictos, el uso de datos en línea de fuente abierta suena más a sentido común que a una extralimitación. La historia más profunda, sin embargo, es hasta qué punto los gobiernos pueden llegar a la vida digital cotidiana.
Los grupos de derechos humanos y de privacidad temen que viejos chistes, publicaciones airadas o críticas directas a los líderes puedan ser malinterpretados por un funcionario distante y hundir silenciosamente unas vacaciones o un viaje de negocios.
Los abogados advierten que eliminar cuentas o no declararlas puede considerarse deshonestidad. También existe un riesgo para Estados Unidos. Eventos como la Copa del Mundo de 2026 y las principales ferias comerciales dependen de una entrada sin complicaciones.
Si los turistas sienten que están cambiando su privacidad digital por un sello en su pasaporte, algunos simplemente elegirán otro destino. Lo que comienza como un filtro más estricto en un formulario web podría terminar reescribiendo las expectativas de privacidad en las fronteras de todo el mundo.