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Monday, December 22, 2025
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    ‘Ángeles de la guarda’: Milei y Petri defienden la compra del avión de combate F-16

    El presidente Javier Milei y el ex ministro de Defensa Luis Petri saludaron la llegada de los primeros seis aviones F-16 adquiridos a Dinamarca y los describieron como “ángeles de la guarda” que fortalecerán las Fuerzas Armadas del país.

    Los aviones construidos en Estados Unidos se encuentran entre los 24 cazas supersónicos usados ​​comprados el año pasado en Copenhague por aproximadamente 300 millones de dólares, un intercambio que el gobierno de Milei describió en ese momento como la adquisición militar más importante de Argentina en 50 años.

    Petri, quien renunció a su cargo esta semana para ocupar su puesto como senador por la provincia de Mendoza, defendió la compra en una entrevista, desestimando a los críticos calificándolos de supuestos “sumilleres de aviones de combate”.

    El ex ministro de Defensa, que supervisó el acuerdo, describió la compra de F-16 como “la más importante por parte de las Fuerzas Armadas en los últimos 40 años” y afirmó que, como resultado, la Fuerza Aérea daría “un salto tecnológico de al menos 30 años”.

    “Logramos una disuasión efectiva, no decorativa, y recuperamos el control de nuestro espacio aéreo”.

    Argentina no tenía aviones supersónicos “desde 2015”, se quejó.

    “Realmente no me importan las críticas de [opposition] El kirchnerismo, porque demonizaron y desfinanciaron a las Fuerzas Armadas”.

    “Dicen que estuvieron a punto de comprar aviones JF-17 chinos, pero no lo hicieron, lo cual debieron haber hecho, porque hace 40 años que no hay compras relevantes” para el sector militar.

    “Este gobierno ha tomado la decisión de respaldar a sus Fuerzas Armadas y una forma de hacerlo es equipándolas”.

    Sobre los JF-17 chinos, precisó que “sólo se han fabricado 145 en todo el mundo”, mientras que del modelo F-16 comprado en Dinamarca, “se han fabricado más de 4.500 y 3.600 de ellos están volando actualmente”.

    Explicó que unos 800 F-16 “son usados ​​hoy por Estados Unidos, la principal potencia militar del mundo” y destacó que “más de 26 países los usan, no está en discusión, están modernizados y tenemos aviones para 25 años más”.

    Milei emocionada

    En una ceremonia el sábado pasado, Milei saludó la llegada de los aviones.

    “Después de una larga espera, finalmente tengo detrás de mí los primeros seis aviones de combate F-16”, dijo Milei en la pista de una base militar en Río Cuarto, provincia de Córdoba, a unos 600 kilómetros (373 millas) al oeste de Buenos Aires.

    Luego de una ceremonia, Milei abordó uno de los F-16 Fighting Falcons, que había sobrevolado la capital antes de aterrizar en Río Cuarto, y fue visto sonriendo en la cabina junto a su hermana Karina Milei, quien se desempeña como su jefa de gabinete presidencial, y el ministro de Defensa, Luis Petri.

    “Cientos de miles de argentinos pudieron mirar hacia arriba y ver por primera vez a sus ángeles guardianes en el cielo”, dijo el Presidente en una publicación en las redes sociales.

    “Los F-16 son los nuevos guardianes del espacio aéreo argentino”, afirmó.

    Cuando se anunció la venta en abril de 2024, el Ministerio de Defensa de Argentina dijo que los F-16 daneses modernizados formarían “la columna vertebral del sistema de defensa aérea de Argentina”.

    Reemplazan a los aviones Mirage franceses de Argentina, el último de los cuales fue retirado en 2017 después de cuatro décadas de servicio.

    La administración estadounidense del presidente Donald Trump, aliado de Milei, aprobó la transferencia de los F-16.

    ¿Vale la pena?

    El F-16 Fighting Falcon seguirá siendo, en 2025, uno de los aviones de combate más utilizados del planeta. Su combinación de rendimiento, costo operativo y el hecho de que puede actualizarse fácilmente explica su popularidad entre las fuerzas aéreas de todo el mundo.

    Diseñado en los años 70 por General Dynamics y posteriormente producido por Lockheed Martin, el F-16 fue concebido como un avión de combate ligero, versátil y económico.

    Con miles de horas de combate y misiones reales acumuladas, la plataforma evolucionó a lo largo de múltiples bloqueos y escenarios. En 2025, las versiones más antiguas destinadas al entrenamiento, como los Bloques 15 y 20, convivirán con modelos intermedios como los Bloques 30 y 40, que añadieron mejoras en aviónica y capacidades de misión.

    La encarnación actual es el F-16V, conocido como “Viper”, que incorpora un radar AESA, una nueva computadora de misión y mayor conectividad táctica. Esta actualización ayuda a prolongar la vida operativa del modelo y lo sitúa como una alternativa competitiva a cazas más modernos, especialmente para países con presupuestos intermedios.

    Otros usuarios

    El F-16 es un caso único en la aviación militar: está en servicio en América, Europa, Oriente Medio, Asia y Oceanía.

    En América, Estados Unidos es su principal usuario, seguido de Chile y Venezuela, mientras que Guatemala y Argentina han iniciado procesos recientes de incorporación. En Europa, está presente en Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Grecia, Portugal, Polonia, Rumanía y Bulgaria, además de otros países que aún mantienen flotas en transición.

    En Oriente Medio sigue siendo clave en las fuerzas aéreas de Israel, Egipto, Jordania, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Omán. En Asia y Oceanía, Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Indonesia, Pakistán y Tailandia lo siguen utilizando activamente, mientras que Australia lo utiliza para formación.

    La amplia gama de operadores convierte al F-16 en una plataforma estandarizada y proporciona un ecosistema global de repuestos, mantenimiento y capacitación que hace que sea más fácil de sostener incluso en países con estructuras militares de tamaño mediano.

    A diferencia de los aviones de combate de quinta generación, el F-16 ofrece un equilibrio difícil de igualar entre coste operativo y rendimiento. Su mantenimiento es más asequible, su logística está ampliamente contrastada y la disponibilidad de unidades de segunda mano reduce significativamente los costes de puesta en marcha. La interoperabilidad con los estándares occidentales y la posibilidad de modernizar la aviónica lo mantienen relevante.

    Esto ayuda a muchos países a mantener una “capacidad aérea creíble” sin la inversión requerida por un F-35 o un Rafale.

    Plan para la Fuerza Aérea Argentina

    Entre 2024 y 2025, la Fuerza Aérea Argentina recibió los primeros F-16 procedentes de Europa, en un proceso que incluyó paquetes de repuestos, asistencia técnica y capacitación. Los aviones adquiridos son de diferentes épocas, por lo que la disponibilidad operativa dependerá de la estandarización de piezas y el desarrollo de infraestructura.

    Para que la flota funcione plenamente en el largo plazo, Argentina debe sostener contratos de apoyo logístico, capacitar a pilotos y mecánicos, reacondicionar hangares y líneas de mantenimiento, y asegurar un financiamiento estable para cubrir todo el ciclo de vida del sistema. De lo contrario, el valor táctico del avión se verá limitado por la disponibilidad de componentes y el coste de mantenimiento.

    La llegada del F-16 a Argentina reconfigura las percepciones estratégicas en Sudamérica. Hasta ahora, Chile y Venezuela eran los únicos países de la región que operaban el modelo. Su incorporación por parte de Argentina abre la puerta a nuevas alianzas, ejercicios bilaterales y definiciones políticas sobre el papel de la defensa en un contexto regional de mercado de restricciones presupuestarias pero con una creciente necesidad de modernización.

    Esto se traduce también en un fortalecimiento de los vínculos diplomáticos, ya que la transferencia de aviones militares conlleva acuerdos técnicos, entrenamiento conjunto y una mayor cooperación con los países proveedores.

    Aunque el F-16 sigue siendo funcional y adaptable, se enfrenta a una competencia inevitable: los cazas de quinta generación. Sistemas como el F-35 tienen capacidades invisibles para el radar, sensores fusionados y redes de datos integradas que duplican o triplican las características del F-16 en escenarios de alta demanda. Además, los avances de la guerra electrónica y el protagonismo de los drones y los misiles de largo alcance obligan a replantearse su papel.

    A pesar de todo eso, el F-16 mantiene un espacio claro: es confiable, adaptable y, sobre todo, financiable. Por eso seguirá volando al menos durante las próximas dos décadas.

    – TIEMPOS/PERFIL/NA