El presidente Javier Milei inició este miércoles la segunda mitad de su mandato con una mayor representación en el Congreso tras la victoria de su partido en las elecciones intermedias de octubre, aunque aún necesitará negociar para que se aprueben sus controvertidas reformas.
La nueva composición del Congreso, con el partido gobernante casi triplicando sus escaños, coincide con el llamado de Milei a sesiones especiales que se extenderán hasta fin de año. Entre otras prioridades, el gobierno se ha centrado en la aprobación de su proyecto de ley de presupuesto para 2026 y seguirá adelante con reformas laborales, penales y fiscales.
La victoria del partido La Libertad Avanza de Milei en las elecciones intermedias de octubre, facilitada por un salvavidas multimillonario de su aliado y homólogo estadounidense Donald Trump, ha fortalecido la posición del presidente, aunque todavía carece de una mayoría en el Congreso.
Para llevar a cabo las reformas prometidas, Milei probablemente tendrá que controlar su temperamento feroz, abstenerse de insultar a sus oponentes y cultivar un perfil más conciliador para fomentar alianzas con los gobernadores provinciales, que están hambrientos de fondos después de dos años de recortes y austeridad.
En el frente fiscal, el gobierno está promoviendo un proyecto de ley de “presunción de inocencia”, que eleva los umbrales que definen la evasión fiscal y acorta el plazo de prescripción, junto con otro proyecto de ley que prohibiría los déficits presupuestarios. También pretende endurecer el Código Penal argentino.
Según funcionarios, el proyecto de reforma laboral de Milei buscará flexibilizar las reglas de contratación, redefinir los cálculos de compensación y revisar el sistema existente de convenios colectivos.
Las propuestas han encontrado resistencia por parte de las principales federaciones y grupos sindicales.
El gobierno de Milei también planea modificar la Ley de Protección de Glaciares de Argentina: el gobierno argumenta que las áreas protegidas “no están bien definidas” y propone que cada provincia determine el área a preservar, para fomentar la minería.
Las organizaciones ambientalistas y las comunidades locales ya han manifestado resistencia a cualquier flexibilización de las protecciones actuales.
Fuerza y fragilidad
“El camino para avanzar con algunas de las reformas está bastante claro porque los gobernadores de la oposición están dispuestos a llegar a un acuerdo”, dijo Sergio Morresi, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de São Paulo y profesor en la Universidad Nacional del Litoral de Argentina. “Existe una voluntad mutua de negociar”.
La crisis que enfrenta la oposición peronista, que todavía busca a quién culpar de su derrota electoral, ha facilitado el camino de Milei.
“Hasta que no se resuelvan las disputas internas dentro del peronismo, es poco probable que la oposición pueda reagruparse”, advirtió Morresi.
El experto dijo que la fuerza política de Milei es frágil, ya que depende de que la economía se mantenga relativamente estable y que la estabilidad, a su vez, depende de las señales de apoyo de Estados Unidos.
El analista político Rosendo Fraga, por su parte, dijo que “el espíritu negociador mostrado por los gobernadores puede cambiar si no se cumplen sus demandas”, particularmente en lo que respecta a las asignaciones presupuestarias.
En el Senado, los acuerdos permitirían al gobierno alcanzar una mayoría simple. Es una mayoría “frágil”, argumentó Fraga.
El nuevo ministro del Interior, Diego Santilli, un experimentado operador político, “ha logrado abrir el diálogo, pero aún no ha logrado acuerdos”, constató el analista.
Pero en la Cámara Baja la situación es más compleja para el Gobierno. De 257 escaños, La Libertad Avanza tiene 95 y necesita 34 más para alcanzar el quórum necesario para abrir el debate, lo que significa que tendrá que construir alianzas.
“El gobierno puede lograr una mayoría funcional en la cámara baja, pero es poco probable que consiga un grupo permanente. La política es fluida”, dijo Fraga.
Todo esto se desarrolla en el contexto de una economía agotada, con decenas de miles de empleos perdidos, un sector industrial maltratado, una creciente inseguridad laboral y una inflación que, si bien había disminuido antes, ahora ha superado el dos por ciento mensual durante tres meses consecutivos.
Con más de 10 mil millones de dólares en pagos de deuda que vencen en 2026, las perspectivas siguen siendo desafiantes.
noticias relacionadas