Un niño de 10 años resultó herido luego de ser atacado por un perro de raza pitbull en los pasillos del piso 11 de la torre 1A del edificio Altares, en el Norte de Barranquilla.
El hecho ocurrió en la noche del miércoles y dejó al menor con lesiones en el rostro que obligaron a su traslado inmediato a un centro asistencial.
Un ataque sorpresivoSegún contó Jaime Andrés Delgado, padre del menor, en diálogo con Emisora Atlántico, el niño buscaba a un amigo para jugar fútbol.
El menor se encontró hablando con el compañero, cuando una mujer abrió la puerta de su apartamento y el perro salió sin collar, sin bozal y sin ningún tipo de control, atacando de manera directa al menor.
La situación quedó grabada en una cámara de seguridad del edificio, cuyo vídeo circula por las redes sociales y medios locales, y ha generado diversas reacciones.
En las imágenes se ve como el perro se lanza sobre el niño, logrando arrinconarlo. La dueña del animal intenta de manera desesperada de contenerlo, pero el pituboll alcanzó un morder al menor. “El ataque durante cerca de 20 segundos, sin que nadie alcanzara a reaccionar a tiempo”, contó Delgado.
La propietaria de la mascota trató de controlar al animal, abrazándolo y cayendo al piso. El perro insiste en perseguir al niño, quien logró meterse en un apartamento donde se encontraba el amigo con el que estaba hablando.
Anuncian acciones legalesEl menor presento heridas en la cara, la nariz y una mejillapor lo que fue llevado de inmediato a la Clínica Portoazul, donde tuvo que ser sometido a cirugías plásticas debido a la gravedad de las lesiones.
Momentos en el que perro ataca al menor en el pasillo. Foto:captura de pantalla
Delgado anunció que iniciará acciones legales contra la propietaria del animal y pidió a las autoridades revisar los controles y las medidas de responsabilidad sobre la tenencia de perros de razas potencialmente peligrosas.
Tras ascendido que algunos vecinos del edificio ya estaban preocupados por la presencia del perro en el conjunto habitacional, en especial por ser una raza que debe mantenerse bajo medidas de seguridad cuando esté en las zonas comunes.
Las autoridades evalúan ahora las posibles responsabilidades por el manejo de animales y la omisión de medidas de control en áreas comunes del edificio. También se espera un informe médico actualizado sobre la evolución del menor.
El caso reabre el debate sobre el cumplimiento de las normas para la tenencia de razas potencialmente peligrosas en espacios residenciales y la importancia de reforzar protocolos de seguridad para prevenir nuevos incidentes.
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