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Monday, December 22, 2025
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    Milei convocará a sesiones de diciembre con reforma laboral y presupuesto en la agenda

    El gobierno del presidente Javier Milei planea convocar a los legisladores argentinos a sesiones extraordinarias a partir del 10 de diciembre, con el objetivo de asegurar la rápida aprobación de dos propuestas emblemáticas: su amplia reforma laboral y el proyecto de ley de Presupuesto 2026.

    Los informes de los medios locales dicen que Milei podría firmar un decreto a tal efecto en los próximos días, poco después de que los legisladores recién elegidos asuman sus cargos, preparando el escenario para un intenso impulso legislativo de fin de año.

    La intención es conseguir que el debate sobre los Presupuestos y la reforma laboral finalice antes de que se apriete el calendario político en 2026.

    Resaltando su importancia, medios locales informan que se espera que el proyecto de reforma laboral sea presentado al Congreso el 9 de diciembre, cuyo debate comenzará al día siguiente.

    Los nuevos legisladores argentinos –los elegidos en las elecciones del mes pasado– prestarán juramento en el Congreso la próxima semana, y las ceremonias para senadores y diputados están previstas para el 28 de noviembre y el 3 de diciembre, respectivamente.

    El gobierno de Milei, que verá sus filas reforzadas tras un buen resultado en las elecciones intermedias, quiere que las sesiones especiales del Congreso se prolonguen hasta el 31 de diciembre, aunque algunos dentro de la coalición gobernante están a favor de la suspensión durante el período de vacaciones y la reanudación del debate a finales de enero o principios de febrero de 2026.

    Las autoridades dicen que no se ha tomado ninguna decisión firme y probablemente no se tomará antes del 5 de diciembre. “No hay nada definido, todo es posible”, dijo el jueves una alta fuente del gobierno a la agencia de noticias Noticias Argentinas.

    La hoja de ruta legislativa del gobierno se ha configurado a través de reuniones del llamado “Consejo de Mayo” de Milei, un órgano consultivo que agrupa a funcionarios del gabinete, gobernadores provinciales, legisladores y representantes sindicales. Entre sus miembros se encuentran el jefe sindical de la construcción de la UOCRA, Gerardo Martínez (en representación de los sindicatos), la senadora Carolina Losada (cámara alta), el legislador Cristian Ritondo (cámara baja) y el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo (gobiernos provinciales).

    Se espera que el Consejo de mayo se reúna nuevamente para finalizar un documento común que acompañará al paquete legislativo. Si bien el gobierno pretende promover la reforma como una hoja de ruta compartida, dos de los puntos originales del “Pacto de Mayo” (la reforma de las pensiones y los cambios en la distribución de los ingresos federales) se dejarán de lado para el próximo año.

    Otros proyectos de ley también podrían ser enviados al Congreso durante sesiones extraordinarias, incluida una propuesta para modernizar el Código Penal (que será debatida en capítulos), una ley de responsabilidad fiscal, un paquete de reforma tributaria, medidas para regularizar el ahorro no declarado y modificaciones a la Ley de Protección de Glaciares. Se espera que esto último, vinculado al objetivo del gobierno de impulsar proyectos mineros en provincias como San Juan, genere resistencia por parte de grupos ambientalistas y legisladores peronistas.

    Persisten los rumores de que Milei podría presidir personalmente la presentación pública del paquete legislativo, una oportunidad que los asesores creen atraería mayor publicidad y resaltaría la narrativa “reformista” del gobierno.

    Reforma laboral

    La reforma laboral está en el centro de los planes del gobierno de Milei. Los funcionarios del gobierno han descrito el proyecto de ley como una “modernización” de las leyes laborales muy esperada, destinada a reducir la burocracia e impulsar el empleo formal.

    El sector informal de Argentina sigue siendo uno de los más grandes de la región: a mediados de 2025, se estima que el 43 por ciento de los trabajadores estaban empleados de manera informal, según un informe de la UBA-CONICET, lo que equivale a más de cuatro de cada 10 trabajadores.

    Según informes anteriores, el proyecto de ley incluye cambios en las horas de trabajo, normas de negociación colectiva, financiación de sindicatos y cámaras empresariales, cargas fiscales sobre el trabajo y regulaciones que rigen a los trabajadores autónomos y autónomos. Algunos artículos existentes podrán ser derogados por completo.

    Pero el impulso reformista probablemente enfrentará la oposición de los líderes sindicales, quienes argumentan que los cambios propuestos pueden erosionar los derechos de los trabajadores, debilitar los poderes de negociación colectiva y las protecciones sociales.

    El gobierno no ha dicho si tiene intención de mantener conversaciones con la poderosa agrupación sindical CGT, la federación sindical más grande de Argentina, sobre sus planes.

    Martínez, de la UOCRA, ha advertido que los dirigentes sindicales no aceptarán ninguna reforma que “imponga un retroceso” en los derechos laborales.

    “No hay consenso. Los temas y argumentos planteados en el debate no han llevado a ningún acuerdo”, dijo a la prensa.

    Después de reunirse con el principal asesor de Milei, Santiago Caputo, la semana pasada, el líder sindical reiteró que los sindicatos “no se quedarán con los brazos cruzados” si se debilitan las protecciones fundamentales.

    Dentro del gobierno se reconoce que “el diablo está en los detalles”, como lo expresó un funcionario. Si bien los ministros dicen que están abiertos al diálogo, subrayan que el papel del Consejo es consultivo y que el proyecto final “llevará la impronta del Presidente”.

    Algunos grupos empresariales también tienen reservas. La Unión Industrial Argentina (UIA) ha respaldado la reforma en principio, pero pidió límites más estrictos a los juicios laborales.

    A pesar de estas presiones, el gobierno sigue decidido a seguir adelante. Extraoficialmente, los asesores dicen que esperan que los sindicatos se movilicen, pero dicen que la urgencia supera el costo político.

    También sostienen que los líderes sindicales reconocen la necesidad de abordar el empleo informal.

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