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Monday, December 22, 2025
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    Grieta de poder en Brasilia: cómo Lula perdió el control del Congreso y las calles comenzaron a cambiar

    El capital político de Brasil está nuevamente al límite. La alianza alguna vez estable entre el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el liderazgo del Congreso se está desmoronando, exponiendo grietas más profundas en la forma en que realmente funciona el poder en la democracia más grande de América Latina.

    La ruptura comenzó cuando Lula pasó por alto al presidente del Senado, Davi Alcolumbre, para nombrar a su propio fiscal general, Jorge Messias, para la Corte Suprema.

    Alcolumbre, que había defendido a otro candidato, tomó la medida como un desaire personal. A los pocos días advirtió que el gobierno “aprendería lo que significa no tener al presidente del Senado como aliado”.

    Desde entonces, ha revivido una serie de costosos proyectos de ley de gasto, descritos en Brasilia como “bombas” fiscales, que podrían obligar al Tesoro a liberar miles de millones en fondos parlamentarios antes del año electoral de 2026.

    Al mismo tiempo, Alcolumbre enfrenta una tormenta política en torno al Banco Master, un prestamista de tamaño mediano recientemente liquidado luego de una investigación de fraude de la Policía Federal.

    Grieta de poder en Brasilia: cómo Lula perdió el control del Congreso y las calles comenzaron a cambiar. (Foto reproducción de Internet) Los fondos de pensiones públicos de varios estados perdieron casi 2.000 millones de reales (370 millones de dólares), incluidos 400 millones de reales (74 millones de dólares) de Amapá, donde uno de sus aliados dirige el fondo estatal.

    Las luchas por el poder en Brasilia señalan un cambio en la marea política El escándalo ha llamado la atención sobre cómo las figuras políticas influyen silenciosamente en dónde se invierte el dinero de los funcionarios públicos, un problema que es muy anterior al gobierno actual pero que rara vez sale a la luz.

    Mientras tanto, en la Cámara de Diputados, el presidente Hugo Motta se ha enfrentado al partido de Lula después de impulsar un proyecto de ley “antifacción” de línea dura para luchar contra el crimen organizado.

    Su elección del jefe de seguridad de São Paulo, un aliado del popular gobernador conservador Tarcísio de Freitas, como relator enfureció al partido gobernante.

    Las dos partes también están chocando por el proyecto de ley que podría reducir las penas (o conceder amnistía) a los encarcelados por los disturbios del 8 de enero de 2023 en Brasilia.

    Detrás de estas luchas se esconde una historia más reveladora: el centro político de Brasil, alguna vez leal a la coalición de izquierda de Lula, ahora está recalculando.

    Muchos legisladores sienten que la opinión pública, cansada de la corrupción, el crimen y el gasto excesivo, se está alejando de los ideales del gobierno. Lo que parece otra lucha por el poder en Brasilia puede, en verdad, ser el primer cambio visible en la marea política del país.