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Monday, December 22, 2025
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    Encuesta Datum: El 48% se identifica con una postura de derecha o de centro

    A pocos meses para las próximas Elecciones Generales 2026el espectro ideológico muestra una inclinación hacia posturas de derecha y de centro, sumando en conjunto un 48%; mientras que un 15% se identifica con la izquierda. Sin embargo, un 29% de los peruanos continúa sin identificarse con ninguna de las tendencias políticas. Así lo revela un estudio de Dato Internacional para El Comercio.

    MIRA: Encuesta Datum: José Jerí registra 58% de aprobaciónEspecíficamente, la derecha —que alcanza el 27% a nivel nacional— registra mayor incidencia en Lima/Callao, donde llega al 29%. Al igual que el centro, que agrupa a un 21%, y que en la capital llega a un 25%. Por el contrario, la izquierda tiene su pico máximo en el centro del país (22%), mientras que su segundo foco se ubica en el sur (18%), respectivamente.

    Boletín Mientras Tanto

    Héctor Villalobos analiza a fondo los hechos políticos que definen la agenda, cada miércoles.

    El estudio “Lo que separa a los peruanos” da cuenta de un país altamente dividido —76%, en suma, cree que el Perú está totalmente dividido (24%) y bastante dividido (51,6%)—. Y donde solo se comparten algunos pocos valores comunes y uno de cada cinco (20,8%) expresa una negativa a la diversidad de ideas en su entorno cercano.

    El Comercio

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    En tanto, ad-portas de la próxima elección, la confianza en los organismos electorales aumentó ocho puntos porcentuales respecto a octubre. Sin embargo, más del 70% de la ciudadanía sigue desconfiando de su transparencia.

    Si bien un 51.8% considera más importante que gobierne el país un líder que respeta las reglas por encima de todo, aunque las decisiones demoren; Hay un relevante 41.9% que opta por un líder que toma decisiones prontas, aunque para ello no respeta las normas.

    El Comercio

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    Análisis…

    La ausencia de una visión de país compartido, por Urpi Torrado*

    El 76% de los peruanos considera que el país está dividido. Esta percepción va más allá de las discrepancias políticas; refleja la ausencia de una visión compartida de país, de valores comunes y de un sentido de pertenencias que una en lugar de separar. La división se siente con más fuerza en el sur y en el oriente, precisamente las zonas donde la presencia del Estado es más débil y donde las brechas marcan la vida cotidiana. Aunque se mantiene el porcentaje de personas que se definen como de derecha, en los últimos seis meses ha aumentado ligeramente el grupo que se identifica con la izquierda. Sin embargo, no se trata solo de diferencias ideológicas, sino también de actitudes: uno de cada cinco peruanos se muestra intolerante hacia quienes piensan distinto, lo que evidencia una fractura social que trasciende la coyuntura.

    Cuando la intolerancia no se cuestiona, tiende a transformarse en discriminación, ya sea mediante gestos sutiles o comportamientos abiertamente excluyentes. La mayoría de ciudadanos reconoce que en el país existe discriminación, aunque la intensidad varía según el grupo social al que se pertenece. Los pobres aparecen como los más discriminados. La discriminación alimenta la intolerancia, reafirma los estigmas y normaliza la idea de que ciertos colectivos “merecen menos”, dificultando la construcción de cohesión social y debilitando la confianza entre los ciudadanos.

    Estas tensiones también se expresan en el ámbito político. La encuesta de Datum-El Comercio presenta un Indicador de Centralismo elaborado a partir de cinco preguntas sobre distribución del poder, representación y oportunidades. Los resultados muestran que el 58% de los peruanos percibe un alto nivel de centralismo, una percepción que los limeños reconocen ampliamente y que en el sur se reclama con mayor intensidad que en otras regiones. Este sentimiento de inequidad territorial genera rechazo, distanciamiento y una sensación de abandono del Estado, reforzando el malestar y el resentimiento hacia las élites políticas.

    No está claro aún en qué medida este clima de división, intolerancia y malestar territorial influirá en las próximas elecciones, ni si será aprovechado por los candidatos como parte de sus narrativas para captar simpatías a partir de la polarización afectiva. Lo cierto es que estos sentimientos estarán presentes en el proceso y formarán parte del contexto emocional con el que los ciudadanos acudirán a las urnas.

    *Urpi Torrado es CEO de Datum Internacional.

    Puntos de vista

    A opinión de Mabel Huertas, socia de la consultora 50+Uno, ese porcentaje de centroderecha que se avizora contiene a un grupo pragmático de electores que no buscan pertenecer o ser convencidos “con un discurso de caviares Vs. DBA”sino más bien un perfil que solucione sus problemas inmediatos y ordene el país.

    “Sin embargo, ese orden no significa que venga de una derecha autoritaria, sino más institucionalista. Eso es algo esperanzador”remarcó. Agrega que, aunque si bien no es una gran brecha, la mayoría de la ciudadanía busca orden con reglas y sin imposiciones.

    “La figura en general es que el país se siente profundamente dividido, desconfía de sus instituciones, pero que no necesariamente pide un caudillo autoritario y eso llama la atención. Sobre todo, en un momento tan polarizado”subrayó.

    Por su parte, el analista político Enrique Castillo señaló que hay un auge de la derecha en cuanto a tendencias en el continente, así como los propios actores de la derecha tienen un mayor protagonismo que los de la izquierda. Estos últimos —remarcó— no han tenido una renovación de líderes.

    Castillo coincidió en que, en este momento, las preferencias mayoritarias en el Perú iban del centro hacia la derecha del espectro. Sí incidió en el 29% que, a pesar de que ya se van perfilando candidatos, sigue en indefinición. Una situación delicada tomando en cuenta el poco tiempo que queda para la contienda y lo que significa también un reto para los extremos, los cuales tienen que demostrar a ese porcentaje ciudadano que son una opción.

    “La pregunta no es por quién vas a votar, sino en qué espectro consideras que estás. Eso es un problema porque [ese 29%] significa una decepción total de la política y de los políticos que hay en este momento en el Perú. Ni siquiera se considera de centro, que siempre ha sido el refugio de quienes no han querido estar en los extremos radicales. Pero si no se consideran ni de centro, quiere decir que ni siquiera esa opción le satisface”, aseveró.