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Tuesday, December 23, 2025
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    La guerra se sigue vendiendo como salida económica: la historia del joven de Valledupar que falleció en el combate bélico de Ucrania

    Affeth Yesid Coronado Mendozaun joven de 28 años, murió en medio de la guerra en Ucrania tras enlistarse como combatiente extranjero. Su historia, marcada por la búsqueda de oportunidades y el deseo de ayudar a su familia, refleja la problemática creciente del reclutamiento de colombianos para un conflicto que no es suyo, pero que se vende como una salida económica.

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    Affeth salió de Bogotá el 22 de septiembre y llegó a Ucrania el 30 del mismo mes. Apenas una semana después, el 7 de noviembre, fue enviado a la línea de combate. El 11 de noviembre, una granada lo alcanzó durante un ataque aéreo. Murió en el frente sin que su cuerpo pudiera ser recuperado. Según los informes, se encuentra en una zona altamente peligrosa, lo que hace imposible la repatriación por ahora.

    El 11 de noviembre, una granada lo alcanzó durante un ataque aéreo. Foto:redes sociales

    Su familia en Valledupar vive la angustia de no tener ni siquiera un lugar donde llorarlo. “Él quería ayudar a su mamá ya su hermana. Aquí no encontré oportunidades”, dijo su tía Lina Coronado. Antes de partir, Affeth trabajó como pintor, estudió, trabajó en un aeropuerto en Medellín y luego en Bogotá, pero la falta de estabilidad lo llevó a aceptar la propuesta de ir a la guerra.

    ¿Por qué se van? Las promesas detrás del reclutamientoDecenas de colombianos han sido seducidos por ofertas que circulan en redes sociales y grupos privados: contratos de ocho meses, pagos de hasta $25 millones mensualesalojamiento y alimentación cubiertos. La realidad, sin embargo, es muy distinta. muchos hijo enviados a la primera línea sin entrenamiento suficientesin garantías médicas y en condiciones extremas.

    Organizaciones de derechos humanos advierten que este reclutamiento se aprovecha de la vulnerabilidad económica y la experiencia militar previa de algunos colombianos. Exsoldados y expolicías son el blanco principal, aunque también hay civiles sin formación belica, como Affeth. La promesa de dinero rápido y estabilidad familiar se convierte en un espejismo que termina en tragedia.

    Affeth salió de Bogotá el 22 de septiembre y llegó a Ucrania el 30 del mismo mes. Foto:redes sociales

    Testimonios de otros combatientes revelan que las condiciones son precarias: falta de comida, agua y equipos adecuados. “Desde que entró en combate no pudo comer ni tomar agua”, relató un testigo sobre los últimos días de Affeth. La guerra en Ucrania, que ya completa más de tres años, se libra con una intensidad brutaldonde los voluntarios extranjeros son carne de cañón en ofensivas de alto riesgo.

    Un fenómeno que creceSegún cifras de la Cancillería, 64 colombianos han muerto en Ucrania desde el inicio del conflicto, y otros 122 están reportados como desaparecidos. La mayoría son exintegrantes de Fuerzas Militares o Policía, pero cada vez más civiles se suman a esta lista. El caso de Deivys Arturo Gutiérrez Suárez, otro vallenato muerto en julio, confirma que esta tendencia no se detiene. Él había viajado atraído por la misma promesa: ingresos millonarios y un contrato seguro.

    Su familia en Valledupar vive la angustia de no tener ni siquiera un lugar donde llorarlo. Foto:redes sociales

    Deivys Arturo Gutiérrez Suárez, exmilitar de 38 años, también oriundo del Cesar, quien murió en julio tras ser alcanzado por un dron en su tercera misión en Ucrania. Deivys había viajado atraído por la promesa de un contrato de ocho meses. con ingresos de hasta $25 millones mensuales, una cifra que para muchos representa la esperanza de cambiar su vida. Sin embargo, esa ilusión terminó en tragedia.dejando a su familia enfrentando el mismo vacío y la misma incertidumbre que hoy golpea a los Coronado.

    Detrás de cada nombre hay una historia de dolor y desamparo. Las familias enfrentan no solo la pérdida, sino también la incertidumbre sobre la repatriación de los cuerpos y la falta de apoyo institucional. En el caso de Affeth, su madre y su hermana esperan noticias desde Valleduparmientras amigos intentan gestionar trámites imposibles en medio de la guerra.

    Por ejemplo, el drama de la familia Coronado se agrava precisamente por la imposibilidad de repatriar el cuerpo de Affeth. Según las autoridades ucranianas, el joven cayó en una zona de combate altamente peligrosadonde los enfrentamientos continúan y el acceso es prácticamente imposible.

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    Esto significa que, por ahora, no hay manera de recuperar sus restos ni de iniciar los trámites diplomáticos para traerlo a Colombia. “No tenemos dónde llorarlo”lamentan sus familiares en Valledupar, mientras esperan noticias que parecen lejanas en medio de una guerra que no da tregua. Paz en su tumba.

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