Gobierno de Uruguay lanza aplicación contra la violencia de género. Foto: Referencial | Informes de América LatinaA finales de octubre, el gobierno uruguayo anunció una aplicación para proteger a las víctimas de violencia de género.
La aplicación —llamada Élida 360, en honor a la primera policía uniformada de Uruguay, Élida Pensado Graña— permitirá a las víctimas de violencia de género denunciar a sus agresores si estos violan medidas preventivas como las órdenes de restricción.
Ofrecerá un servicio de chat las 24 horas, así como un botón de pánico.
La aplicación se distribuirá por orden judicial. Inicialmente, se entregarán 2.000 teléfonos con la aplicación Élida 360 descargada a víctimas cuyos agresores hayan sido objeto de medidas como órdenes de alejamiento.
Según informó El Observadoren el futuro las víctimas podrían descargar la aplicación en sus propios teléfonos.
El lanzamiento tendrá lugar el 21 de noviembre y Élida 360 entrará en funcionamiento en diciembre.
Ana Lima —coordinadora de la rama uruguaya del Comité para América Latina y el Caribe en Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM)— reconoció que: “Uruguay cuenta con un marco jurídico sólido que reconoce la violencia contra las mujeres por razón de género como una violación de sus derechos”.
Añadió: “Existen diversas medidas de protección: órdenes de alejamiento, expulsión del agresor del hogar familiar, confiscación de armas si las hubiera, derivación de hombres violentos a programas de intervención y el uso de tobilleras electrónicas si se identifica a una mujer como de alto riesgo”.
Sin embargo, Lima afirma que todavía existe una falta de disposiciones para las mujeres y los niños víctimas de abuso.
Hizo destacó en la necesidad de contar con juzgados especializados en violencia de género y sexual, con edificios donde las presuntas víctimas puedan ser entrevistadas de forma confidencial, así como con una mejor formación para jueces y defensores públicos.
Sobre la aplicación, dijo: “Es bienvenida como otra forma de prevenir el asesinato de mujeres”, aunque enfatizó la necesidad de que el gobierno lance “campañas masivas y sostenidas sobre las violaciones de derechos”.
Teresa Herrera Sormano, portavoz de la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual, expresó un sentimiento similar.
Ella dijo: “La legislación en su conjunto es progresista, garantiza derechos, etc.”
Sin embargo, Herrera Sormano agregó: “El problema es que, si bien existe la ley, no hay un enfoque sistemático de las políticas públicas, ni una asignación adecuada de recursos presupuestarios para la defensa —o mejor dicho, la protección— de las mujeres, las niñas y las adolescentes”.
Al preguntársele qué medidas deberían tomar el gobierno además de iniciativas como Élida 360, respondió: “En primer lugar, debería haber un presupuesto adecuado. El presupuesto es mínimo, y además de eso [necesitan] garantizar el acceso a la justicia”.
Al igual que Lima, Herrera Sormano hizo hincapié en la necesidad de realizar más campañas de sensibilización pública para la prevención de la violencia de género.
Ella afirmó: “Es necesario un cambio cultural. Y la única manera de lograr ese cambio cultural es a través de la prevención”.
Según datos del gobierno, el año pasado se denunciaron en Uruguay 35.293 casos de violencia doméstica contra las mujeres, con 19 feminicidios documentados.
Lilián Celiberti, directora del grupo feminista uruguayo Cotidiano Mujer, afirmó que —si bien existen amplias protecciones legales para las víctimas de violencia de género— persisten las injusticias.
Ella dijo: “Realmente tenemos una sociedad construida sobre la base de las desigualdades.
“Me parece que este es el contexto que las leyes no resuelven, porque las leyes protegen, pero no cambian la cultura. Son un marco importante, pero no es el castigo lo que está en cuestión; no es la lógica punitiva. No importa cuántas personas violentas metamos en la cárcel, no vamos a eliminar la violencia”.
Celiberti agregó: “Tenemos protecciones, tenemos leyes, pero tenemos dificultades para hacer cumplir esas leyes, y también dificultades para pensar no solo en la violencia en este caso específico, sino también en el marco social en el que se produce”.
No había oído hablar de Élida 360 antes de que Latin America Reports le solicitara una entrevista.
Si bien Celiberti experimentó el uso de la tecnología para mejorar la seguridad de las mujeres, enfatizó la necesidad de comprender mejor el contexto en el que se desarrolla la violencia de género en Uruguay para poder abordarla de manera efectiva.
Ella dijo: “Es necesario que exista una política destinada a crear conciencia”.
Artículo escrito por Elizabeth Braton en Informes Argentina. Versión en castellano para El Nacional.
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