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Monday, December 22, 2025
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    El excedente de acero de China se dirige hacia el sur: los mercados latinos se convierten en la válvula de presión

    Bajo la presión de las exportaciones chinas récord y un muro arancelario estadounidense del 50%, América Latina está absorbiendo el exceso de acero a precios de ganga.

    En Brasil, el productor ancla de la región, las cuotas con una penalización del 25% por encima de los límites máximos y las nuevas investigaciones sobre los productos planos chinos no han cerrado todas las brechas.

    El acero todavía ingresa a través de cuotas, exenciones y acero “indirecto” integrado en productos terminados. Los precios caen, los márgenes se comprimen y los planes de inversión se tambalean.

    Esto es importante porque el acero es el primer eslabón de la cadena de la construcción, los automóviles, los electrodomésticos, los proyectos energéticos y la infraestructura.

    Un metal más barato parece una victoria hoy en día, pero el costo a largo plazo puede ser una base industrial vacía: las fábricas cerradas son difíciles de reactivar, los empleos calificados se dispersan y las cadenas de suministro se debilitan.

    El excedente de acero de China se dirige hacia el sur: los mercados latinos se convierten en la válvula de presión. (Foto reproducción de Internet) Cuando los ciclos cambian, las regiones que conservaron la capacidad se recuperan más rápido y con más control sobre los precios. Las rutas comerciales ya se están remodelando.

    Los precios del acero presionan la inversión en América Latina El planchón brasileño que alguna vez estuvo destinado a compradores estadounidenses se está trasladando a Europa y otros lugares, con precios de referencia de alrededor de $460 por tonelada en octubre, algo bueno para los compradores a corto plazo, pero difícil para los productores que deciden si financiar el mantenimiento y las mejoras.

    Los ejecutivos advierten que sin defensas más claras y rápidas, retrasarán o reducirán los programas de inversión. La reciente crisis de las fábricas de Chile es un ejemplo de advertencia de lo que las oleadas prolongadas de importaciones pueden afectar a los productores nacionales.

    Mientras tanto, el bloque T-MEC tiene un comercio interno más fluido y una postura más dura en el exterior; Europa también se ha endurecido. A menos que los gobiernos latinoamericanos coordinen salvaguardias, herramientas antidumping y normas sobre el acero indirecto, la región corre el riesgo de convertirse en la válvula de presión del exceso de capacidad global.

    El equilibrio político es sencillo: aceptar una avalancha de metal barato ahora o filtrar agresivamente para preservar la capacidad, las habilidades y las opciones futuras.

    Reducir las lagunas jurídicas y alinear las defensas regionales respaldaría una inversión constante, precios predecibles y cadenas de suministro más saludables, algo fundamental a medida que cambian los ciclos de construcción, avanza la instalación de energía y los fabricantes buscan confiabilidad.