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Monday, December 22, 2025
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    La inflación de Chile en octubre se enfría al 3,4%, la más baja desde abril de 2021, lo que aumenta las probabilidades de un recorte de tasas en diciembre

    La inflación de Chile se enfrió mucho más de lo esperado en octubre, ubicándose en 3,4% interanual (la más baja desde abril de 2021) y estable en el mes.

    Un indicador básico que excluye alimentos y energía cayó un 0,1% desde septiembre, reforzando una tendencia desinflacionaria que parecía frágil después de las presiones sobre los precios a mediados de año.

    Los mercados de tasas locales respondieron rápidamente, con los swaps a dos años cayendo a medida que los operadores revivieron las expectativas de un recorte de política monetaria en diciembre. El Banco Central, presidido por Rosanna Costa, mantuvo el índice de referencia en el 4,75% en octubre mientras “esperaba más información”.

    Ahora que la inflación general está a poca distancia del objetivo del 3%, el listón para una flexibilización ha caído, siempre que los datos de noviembre confirmen que los aumentos de precios se están moderando en lugar de simplemente hacer una pausa.

    Los movimientos de categorías sugieren que el enfriamiento se está ampliando: los precios del pan cayeron, la ropa y las comunicaciones mejoraron, y las últimas dinámicas de impuestos y precios apuntan a gasolina y diésel más baratos que se incorporarán a las cifras de noviembre.

    La inflación de octubre en Chile se enfría al 3,4%, la más baja desde abril de 2021, lo que aumenta las probabilidades de un recorte de tasas en diciembre. (Foto reproducción de Internet) La política del momento es difícil de ignorar. Las voces favorables al mercado sostienen que el hito de la desinflación valida una política monetaria estable y moderación después de años de distorsiones y gasto durante la era de la pandemia.

    Sostienen que un enfoque pro-competencia basado en reglas (y cautela contra una intervención estatal expansiva) ayuda a anclar las expectativas cuando se producen shocks globales.

    Por el contrario, las propuestas de la izquierda para apoyarse más en controles de precios, una rápida indexación salarial o soluciones energéticas impulsadas por el Estado corren el riesgo de agravar los desequilibrios subyacentes justo cuando la presión inflacionaria retrocede.

    La reciente experiencia de Chile con aumentos regulados de la electricidad muestra cómo los ajustes administrativos pueden elevar los costos incluso cuando los precios globales de las materias primas se enfrían.

    Para los hogares, una inflación más lenta significa que el poder adquisitivo se está estabilizando después de una larga crisis; Para los prestatarios, las probabilidades de menores costos de endeudamiento están aumentando si el Banco Central cumple sus promesas en diciembre.

    Para las empresas y los inversores, un camino más claro para volver a alcanzar el objetivo, junto con una política creíble, reduce la incertidumbre y respalda la planificación para 2025.

    La próxima prueba llega con la inflación de noviembre. Si la transferencia de combustible y una demanda interna más débil mantienen débiles las ganancias mensuales, las autoridades tendrán espacio para realizar recortes sin poner en peligro la credibilidad.

    De lo contrario, es probable que el Banco actúe con cautela. Por ahora, la sorpresa de octubre inclina la balanza hacia un reinicio conservador que priorice la estabilidad en lugar de soluciones rápidas intervencionistas.