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Wednesday, December 24, 2025
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    La apuesta de José Jerí: ¿Podrá el nuevo presidente de Perú poner fin al caos y restaurar la estabilidad?

    Perú está intentando una remontada. Después de años de caos político, estancamiento económico y aumento de la delincuencia, el presidente José Jerí apuesta por la disciplina, la seguridad y la transparencia para restablecer el orden.

    Su plan es simple: hacer crecer la economía, aplastar las redes criminales y garantizar unas elecciones justas en 2026.

    La pregunta es si es suficiente o si el ciclo de inestabilidad del Perú continuará. Jerí asumió el cargo en octubre de 2025 después de que el Congreso destituyera a Dina Boluarte por “incapacidad moral”.

    Su mandato es claro: arreglar lo que está roto. Se proyecta que la economía crecerá un 3,5% este año, pero el verdadero foco es la disciplina fiscal, con un déficit objetivo del 2,2% del PIB.

    Su “impacto de desburocratización” es aún más audaz: un esfuerzo amplio para reducir la burocracia y desbloquear miles de millones en inversiones estancadas.

    Para las empresas, el mensaje es sencillo: Perú está abierto, pero sólo si se siguen las reglas.

    La apuesta de José Jerí: ¿Podrá el nuevo presidente de Perú poner fin al caos y restaurar la estabilidad? La apuesta de José Jerí: ¿Podrá el nuevo presidente de Perú poner fin al caos y restaurar la estabilidad? La seguridad es la otra prioridad urgente. Lima y Callao, alguna vez vibrantes, ahora enfrentan extorsión y crímenes violentos. ¿La respuesta de Jerí?

    Un estado de emergencia, 1.800 millones de dólares para la vigilancia policial y medidas enérgicas contra las pandillas. Es un enfoque difícil, pero después de años de creciente anarquía, muchos peruanos se sienten aliviados de ver acción.

    La prueba más grande, sin embargo, es política. Las elecciones peruanas de abril de 2026 deben ser libres y justas: sin fraude ni disputas. Jerí está trabajando estrechamente con las autoridades electorales para evitar otra crisis.

    Para un país que ha tenido seis presidentes en seis años, una elección sin contratiempos sería una victoria poco común.

    Detrás de los titulares, se esconde una historia sobre las consecuencias. Los recientes problemas del Perú no surgieron de la noche a la mañana.

    Años de experimentación política, liderazgo débil y políticas divisivas dejaron al país fracturado.

    El enfoque de Jerí en la estabilidad, la seguridad y la responsabilidad fiscal marca una marcada ruptura con ese pasado.

    Para los expatriados, inversionistas y observadores, lo que está en juego es claro: si tiene éxito, Perú podría recuperar su reputación como una nación estable y próspera.

    Si fracasa, el caos volverá. El éxito o el fracaso de Perú bajo Jerí enviará una señal mucho más allá de sus fronteras: el pragmatismo, no el populismo, es el camino para salir de la crisis.

    Para un país que ya ha sufrido bastantes turbulencias, esta podría ser la última oportunidad de hacerlo bien.