En los días posteriores a la victoria legislativa de La Libertad Avanza en las elecciones intermedias de Argentina, comenzó a surgir una ola de especulaciones en torno a la figura de Santiago Caputo. El asesor, parte del “Triángulo de Hierro” del presidente Javier Milei que incluye también a Karina Milei, fue el centro de intensos rumores sobre su posible ascenso a un puesto clave en el Ejecutivo. Los puestos potenciales incluían el de jefe de gabinete de Milei y el de ministro del Interior.
Fuentes citadas por la prensa local sostuvieron que tras la salida de Guillermo Francos, hubo un verdadero debate en la Casa Rosada sobre si el ‘Mago del Kremlin’ debía asumir un cargo de poder formal en el gobierno de La Libertad Avanza. Los rumores circularon ampliamente entre periodistas y fueron informados por medios de comunicación nacionales que detallaron las negociaciones internas. En varios casos, estos fueron transmitidos sotto voce por el propio consultor.
Las especulaciones incluyeron varios factores, que van desde la supuesta creciente influencia de Caputo en la toma de decisiones públicas, hasta la salida de Francos, el ‘puente’ institucional. Por ejemplo, La Nación informó que el propio Milei estaba discutiendo los poderes que Caputo podría tener en un Ministerio del Interior renovado, o en un rol de coordinación política, lo que alimentó los rumores de una reorganización que implicaría trasladar colaboradores más leales al círculo íntimo del presidente.
Sin embargo, las negociaciones no fueron un trato cerrado. Medios locales informaron que el nombramiento de funcionarios se retrasó debido a resistencias internas, la necesidad de reconstruir vínculos con los gobernadores provinciales y la búsqueda de perfiles que conciliaran legitimidad política. Los informes también destacaron el papel de la Jefa del Gabinete Presidencial, Karina Milei, como alguien que podría vetar la propuesta y dar forma a la decisión final. En ese contexto, la posibilidad de que Caputo formalizara su rol en la administración nacional se diluyó en favor de otros candidatos alternativos.
La salida de Guillermo Francos fue interpretada por los analistas y por el propio Francos como el fin de “un ciclo”, una nueva era política tras la victoria electoral. Esto abrió la vacante y desbloqueó una serie de nombres para sucederlo. Finalmente, el Presidente optó por Manuel Adorni, su ex portavoz presidencial, como nuevo jefe de Gabinete. Adorni -quien tiene buena relación con Karina- se presentó como la persona ideal para coordinar el trabajo entre ministerios y fidelizar internamente.
Mientras tanto, el Ministerio del Interior está ahora encabezado por Diego Santilli, el gran ganador de las elecciones legislativas nacionales del mes pasado. Su nombramiento es una medida para reconstruir los vínculos con los gobernadores provinciales y aportar experiencia política a las relaciones entre el Ejecutivo, las provincias y el Congreso. La llegada del exlíder Macri se presenta como una señal para sectores que buscan mayor institucionalidad y diálogo luego de las turbulencias de los últimos meses.
El resultado concreto es una solución híbrida que se puede resumir en la salida de figuras con perfil negociador y la llegada de dos nombres que cumplen funciones distintas pero complementarias para la futura gestión política del Presidente.
Santiago Caputo, figura poderosa entre bastidores e impulsor de varios reportajes mediáticos, no ha acabado asumiendo formalmente ninguno de los dos altos cargos mencionados. La Casa Rosada’monotributista’El asesor se quedó sin pan y sin pastel.