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Tuesday, December 23, 2025
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    No EE.UU. en la COP30: La ilusión de una acción climática unida

    En la exuberante puerta amazónica de Belm, Brasil, los ojos del mundo pronto se centrarán en la COP30, la cumbre climática anual de las Naciones Unidas que se celebrará del 10 al 21 de noviembre de 2025.

    Pero un actor importante estará notablemente ausente: Estados Unidos. El 31 de octubre, la Casa Blanca anunció que no asistiría ningún funcionario de alto nivel de la administración del presidente Donald Trump, rompiendo una tradición de tres décadas de participación estadounidense en estas conversaciones.

    Esta decisión surge del firme impulso de Trump por lo que él llama una “agenda energética de sentido común”. Recién regresado al poder, ha redoblado su apuesta por expandir la producción de petróleo, gas natural y energía nuclear en Estados Unidos para impulsar el crecimiento económico y la seguridad laboral.

    En los últimos meses, Estados Unidos ha firmado acuerdos por miles de millones de dólares con la Unión Europea, Japón y Corea del Sur para exportar combustibles fósiles y minerales estratégicos.

    El país está favoreciendo el comercio directo y mutuamente beneficioso sobre compromisos internacionales amplios que podrían aumentar los costos para las familias e industrias estadounidenses.

    No EE.UU. en la COP30: La ilusión de una acción climática unida Sin Estados Unidos, la COP30 corre el riesgo de convertirse en un teatro climático vacío La historia detrás del desaire añade intriga. El presidente brasileño, Luiz Incio Lula da Silva, extendió una invitación personal a Trump en agosto, luego de una cordial llamada telefónica en la que Trump incluso elogió las exportaciones de café brasileño.

    Sin embargo, las prioridades cambiaron cuando Trump criticó las políticas ambientales globales en un encendido discurso en la Asamblea General de la ONU, advirtiendo que corren el riesgo de una caída económica sin generar beneficios reales.

    “Si no abandonan esta estafa verde, sus países fracasarán. Necesitan fronteras fuertes y fuentes de energía tradicionales para volver a ser grandes”, declaró.

    Haciéndose eco de este realismo, el presidente de Argentina, Javier Milei, también se retiró, citando preocupaciones económicas similares.

    Mientras tanto, más de 100 gobernadores, alcaldes y líderes locales estadounidenses de 26 estados planean presentarse de forma independiente, destacando los esfuerzos de base en medio de la moderación federal.

    Las redes sociales estallaron en apoyo, con publicaciones que elogiaban la medida como una evasión inteligente de mandatos demasiado ambiciosos, como la propuesta de impuestos globales al carbono que podrían afectar el transporte marítimo y el comercio.

    Para los expatriados y los observadores globales, esto revela el tira y afloja entre la soberanía nacional y la acción colectiva.

    Destaca cómo Estados Unidos pretende liderar fortaleciendo el mantenimiento de la energía asequible e independiente, al tiempo que cuestiona las iniciativas verdes expansivas que exigen billones en gastos con retornos inciertos.

    A medida que la COP30 se desarrolla sin los altos mandos de Estados Unidos, pone de relieve las alianzas cambiantes en un mundo que lucha contra costos y necesidades prácticas crecientes.