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Wednesday, December 24, 2025
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    La retirada táctica de Milei y los contornos líquidos del poder

    La administración del presidente Javier Milei pareció tomarse un respiro después de la sorpresiva victoria en las elecciones intermedias de octubre, cuando incluso el presidente tuvo que meterse en las trincheras para defender la línea. La magnitud de la victoria, junto con el aparente respaldo financiero infinito brindado por el presidente estadounidense Donald Trump, permitió a Milei pasar a un segundo plano, una especie de retirada táctica que permitió al autoproclamado anarcocapitalista libertario recuperarse mientras observaba desde lejos. De hecho, la irrupción del escándalo de corrupción que involucra al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio ‘Tiny’ Tapia y su tesorero Pablo Toviggino, llegó en el momento perfecto para absorber la atención del público mientras otros casos de alto voltaje que afectaban al gobierno cobraban fuerza. El fútbol, ​​la política y las prisas judiciales están atravesados ​​por las mismas fuerzas.

    Pero las cosas han empezado a moverse y los contornos de las nuevas estructuras de poder están empezando a revelarse. Estos no están en modo alguno bien definidos ni rígidos, sino que son líquidos, opacos y en constante cambio. Responden a intereses específicos, tanto nacionales como internacionales, y siempre son extremadamente transaccionales, política y monetariamente. La recientemente renovada Cámara de Diputados hizo su debut al aprobar un proyecto de ley de Presupuesto por primera vez en tres años, lo que potencialmente le daría al presidente Milei su primer “proyecto de ley”. No es que a los libertarios les importara mucho gobernar sin presupuesto, dados los beneficios de su “austeridad en motosierra” y su arbitrariedad financiera. Pero el Fondo Monetario Internacional –uno de los principales vectores de poder en la Argentina de hoy– se lo solicitó explícitamente al ministro de Economía, Luis ‘Toto’ Caputo. Eso, junto con la trifecta de reformas (impuestos, laborales y pensiones), a través de una ampliación de la coalición gobernante.

    Con el recién nombrado libertario Diego Santilli a cargo de las negociaciones en el Ministerio del Interior, el gobierno logró una primera victoria en la Cámara Baja con la aprobación y el voto afirmativo de 132 diputados. Entre ellos se encontraba el propio músculo legislativo de La Libertad Avanza, junto con el PRO, los radicales de la UCR y las fuerzas provinciales. La coalición centrista de gobernadores Provincias Unidas expresó su apoyo parcial al permitir quórumpero se abstuvo de votar (17 votos), mientras que los peronistas de Unión por la Patria se opusieron con 97 votos. Si bien no es una mayoría amplia, es suficiente para comenzar a impulsar proyectos de ley en el Congreso, en lugar de gobernar por decreto de emergencia, dando mayor solidez al plan político de Milei. Sin embargo, hubo un giro en la trama y en la votación de artículos individuales la Casa Rosada fue privada de su intento de bloquear el financiamiento de emergencia para los discapacitados y los fondos para las universidades estatales, dos de los temas políticos más polémicos de 2025. Esto empujó el Presupuesto a territorio deficitario, el pecado original según Milei, obligando a su administración a considerar vetar su propio proyecto, confiando en Patricia Bullrich para salvarlo en el Senado, algo que finalmente no sucedió.

    Recién relevada de sus funciones en el Ministerio de Seguridad, Bullrich se ha convertido en la principal mosquetera de la Casa Rosada en el Senado. En parte, esto responde a una guerra civil silenciosa entre el presidente y su segunda al mando, la vicepresidenta Victoria Villaruel. Pero también al propio estilo y centralidad de Bullrich, quien ha demostrado que hará todo lo posible para defender los intereses de su líder. “El pibe” (una traducción aproximada del apodo de Bullrich, “la piba”, obtenido durante su época como miembro de las Juventudes Peronistas y, finalmente, de la guerrilla paramilitar Montoneros) se enfrentaba a una batalla cuesta arriba: necesitaba modificar el proyecto de Presupuesto para incluir la exclusión de fondos para discapacitados y universidades públicas en un tiempo récord, para poder enviar el proyecto de vuelta a la Cámara de Diputados para que lo aprobara antes de año nuevo. quórum mientras que una mayoría simple se enfrentará a los 28 votos del peronismo de una bancada liderada por José Mayans que responde políticamente a Cristina Fernández de Kirchner. La Casa Rosada los ha ido socavando, logrando perder cinco votos desde las elecciones. “El pibe” tendrá que seducir al PRO, a la UCR y a las fuerzas provinciales que ya les han dado una victoria parcial en la otra cámara, demostrando que no cederán fácilmente a sus deseos.

    Bullrich sabe que es un maratón y no un sprint, pese a la urgencia en la Casa Rosada. A cargo de la Comisión de Trabajo, ya ha dicho que espera que el proyecto de reforma esté listo a finales de 2026. Los otros dos deberían ocurrir mientras tanto. Conseguir que la trifecta conste en los libros es esencial para mantener la confianza de la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgeiva, pero también para demostrarle al Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, que Argentina está haciendo sus deberes. Mientras el respaldo financiero siga vigente, Trump y Bessent quieren que Milei crezca progresivamente y pague sus propias cuentas, lo que implica acceso a los mercados crediticios internacionales. Milei y Caputo necesitan convencer al mercado de que Argentina ya no actuará como un adolescente rebelde y eso significa pragmatismo político, pero también apertura del mercado de divisas y acumulación de reservas. Los anuncios de Caputo esta semana van en esa dirección, indicando que está cumpliendo con su parte del trato para garantizar el apoyo al servicio de la deuda, ya sea del mercado o de sus sugar daddys en Washington DC.

    Sin embargo, la esfera política sigue profundamente fragmentada. Si bien los libertarios de Milei han ganado fuerza legislativa, todavía necesitan ayuda de aliados circunstanciales y gobernadores provinciales para aprobar leyes. También tienen negociaciones abiertas con sectores peronistas que ocasionalmente salen a la luz, como el nombramiento a altas horas de la noche de funcionarios de la Auditoría Nacional (AGN), giro de los acontecimientos denunciado tanto por el PRO como por la izquierda. Con Santilli en el Ministerio del Interior han mejorado la negociación política, lo que en última instancia significa financiación y puestos. En el Senado han debilitado a los peronistas y ahora cuentan con el vigor de Bullrich para contrarrestar el conflicto con Villaruel. Sin embargo, hay pocas garantías, si es que hay alguna, sobre todo teniendo en cuenta la inclinación fuertemente politizada del presidente, que se ha pedido deliberadamente guardar silencio, pero que podría explotar en cualquier momento. Especialmente si están amenazados, y particularmente si la mira está dirigida a la Jefa del Gabinete Presidencial, la hermana Karina.

    A pesar de la popularidad del presidente, la administración libertaria ha visto su armadura perforada por la revelación de escándalos de corrupción lascivas, desde el criptofraude ‘$LIBRA’ hasta la agencia nacional de discapacidad ANDIS, los cuales golpearon a Karina en el frente y en el centro. Han logrado recuperarse parcialmente, ganando las elecciones intermedias nacionales y reduciendo la incidencia de la corrupción como el principal problema percibido por la sociedad. Según las últimas cifras recopiladas por la encuestadora AtlasIntel, la corrupción sigue siendo la principal preocupación de los encuestados, con un 45 por ciento, frente al 53 por ciento en septiembre, cuando se filtró la controvertida grabación de Diego Spagnuolo, abogado personal de Milei y ex director de ANDIS, que reveló el alcance de la corrupción en la compra de medicamentos para discapacitados. Anteriormente había alcanzado esos niveles a principios de 2025 durante el apogeo de $LIBRA, lo que parece que sucedió hace años. El desempleo está aumentando como preocupación (37 por ciento), al igual que la inflación (30 por ciento) y la situación económica general (26 por ciento). Milei sigue siendo el político más popular del país con una tasa de aprobación del 43 por ciento, pero mantiene un diferencial negativo de 10 puntos porcentuales. Y la aprobación del gobierno sigue profundamente polarizada: el 47,7 por ciento señala que es horrible, el 16,5 por ciento la considera regular y el 35,2 por ciento dice que es excelente (en conjunto, 51,7 por ciento).

    En conjunto, todas estas circunstancias indican que Argentina aún no está fuera de peligro. Sin una recuperación económica que eventualmente se transforme en crecimiento real, el apoyo popular seguirá profundamente polarizado y la legislación tendrá dificultades para aprobarse. Milei se ganó una segunda oportunidad luego de ganar las elecciones intermedias nacionales. La pelota está en su tejado.