Puntos clave Trump lanzó un buque de guerra “clase Trump” y un impulso de la “Flota Dorada” para modernizar la Armada y reducir la brecha con China. La Armada también presentó la FF(X), una fragata basada en el cúter clase Legend de la Guardia Costera, que será construida por HII en Newport News, Virginia. El desafío es la entrega, después de años de burocracia, retrasos y sobrecostos. En Mar-a-Lago, la revelación se basó en imágenes: carteles de un USS Defiant futurista disparando un láser; Trump levantando el puño en una pose que recuerda a los momentos posteriores a su supervivencia a un intento de asesinato en 2024; y el barco enmarcado por la Estatua de la Libertad.
Trump dijo que los barcos estadounidenses se han vuelto “viejos, cansados y obsoletos” y afirmó que la Marina “lideraría el diseño… junto conmigo”, porque es “muy estético”.
Dijo que el esfuerzo comenzaría con dos barcos y podría aumentar a 25. El secretario de la Marina, John Phelan, respaldó el proyecto, calificándolo de esencial y prometiendo una letalidad inigualable.
El plan “Flota Dorada” de Trump pone a prueba si la construcción naval estadounidense puede ponerse al día. (Foto reproducción de Internet) La historia más profunda es industrial. Una evaluación reciente del CSIS atribuye a China aproximadamente el 53% de la construcción naval mundial, mientras que Estados Unidos construye alrededor del 0,1%. Esa brecha determina la rapidez con la que cada parte puede expandir y sostener sus flotas, especialmente en una crisis.
El concepto también amplía la tradición naval. Estados Unidos no ha construido acorazados desde la década de 1940, y ha optado por portaaviones, submarinos y buques de superficie armados con misiles.
Los láseres existen, pero su función sigue siendo limitada, y las grandes apuestas anteriores, como los cañones de riel, quedaron archivadas. Los partidarios dicen que un barco “clase Trump” eventualmente sucedería a los destructores Arleigh Burke construidos alrededor del sistema de combate Aegis.
Eso hace que el anuncio separado de la Marina del 19 de diciembre parezca más procesable de inmediato: FF(X), derivado de un diseño probado de la Guardia Costera, destinado a expandir una flota de superficie que, según los funcionarios, es solo aproximadamente un tercio de lo que necesitan.
La administración ha creado una nueva Oficina de Construcción Naval y ha lanzado incentivos fiscales para recuperar la industria. La marca es parte del patrón.
Trump ha vinculado su nombre al caza F-47 (un guiño a ser el presidente número 47) y ha cambiado el nombre de instituciones destacadas. La pregunta es si la “Flota Dorada” se convierte en acero y cronogramas, u otra promesa vertical que choca con las matemáticas de los astilleros.