El presidente Javier Milei chocó con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva el sábado en la cumbre regional del Mercosur sobre el destino de Venezuela, mientras el presidente estadounidense Donald Trump aumentaba la presión sobre Caracas.
Los comentarios de Lula y Milei se produjeron en una reunión del bloque sudamericano, en la que estaba en la agenda un futuro acuerdo comercial con la Unión Europea.
Pero las tensiones sobre Venezuela (que alguna vez fue miembro del Mercosur pero suspendido en 2016) explotaron abiertamente, con Lula advirtiendo que un conflicto armado podría desencadenar una “catástrofe humanitaria” y Milei elogiando el enfoque de Trump ante la crisis.
El ejército estadounidense ha reforzado su presencia en el Caribe en los últimos meses y ha llevado a cabo ataques aéreos contra supuestos barcos narcotraficantes en la región y en el Pacífico, alegando que está combatiendo el tráfico de narcóticos.
Pero el hombre fuerte venezolano Nicolás Maduro dice que la campaña es parte de un esfuerzo más amplio para llevar a cabo un cambio de régimen en Caracas, y Trump dijo esta semana que no podía descartar la posibilidad de una guerra.
“Una intervención armada en Venezuela sería una catástrofe humanitaria para el hemisferio y un precedente peligroso para el mundo”, dijo Lula al inaugurar la cumbre del Mercosur en la ciudad sureña de Foz do Iguaçu.
Pero Milei, un feroz aliado de Trump, siguió con su propia visión de la situación y dijo: “Argentina acoge con agrado la presión de Estados Unidos y Donald Trump para liberar al pueblo venezolano. Se acabó el tiempo para un enfoque tímido en este asunto”.
El gobierno estadounidense ha acusado a Maduro de liderar el “Cártel de los Soles” (“Cartel de los Soles”) presunto grupo narcotraficante, acusación que él niega. Trump también ha anunciado un bloqueo a los petroleros bajo sanciones que salen o llegan a Venezuela.
Lula pide “coraje” a la UE en materia de comercio
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay esperaban finalmente sellar el sábado un acuerdo con la UE para crear la zona de libre comercio más grande del mundo, al igual que la jefa de la UE, Ursula von der Leyen, y la mayoría de los estados miembros del bloque europeo.
Sin embargo, el acuerdo encontró una feroz oposición de los agricultores, especialmente en Francia e Italia, y ahora se pospuso hasta enero.
“Sin voluntad política y coraje por parte de los líderes, no será posible concluir negociaciones que se han prolongado durante 26 años”, dijo Lula en su discurso de apertura.
“Tenemos en nuestras manos la oportunidad de enviar al mundo un mensaje importante en defensa del multilateralismo y de reforzar nuestra posición estratégica en un entorno global cada vez más competitivo”, dijo Lula a los asistentes. “Pero, lamentablemente, Europa aún no ha tomado una decisión”.
El líder izquierdista dijo que había recibido una carta de los líderes de la UE expresando su confianza en que el acuerdo sería aprobado en enero.
Una fuente de la Comisión Europea y dos diplomáticos que pidieron no ser identificados dijeron que la nueva fecha prevista para la firma estaba fijada para el 12 de enero en Paraguay.
Las negociaciones comenzaron por primera vez en 1999 y muchos temen que esta sea la última oportunidad para la berlina.
El canciller paraguayo, Rubén Ramírez, dijo que ni él ni su homólogo brasileño, Mauro Vieira, tenían conocimiento de ninguna “comunicación oficial” al respecto.
El acuerdo ayudaría a la Unión Europea a exportar más vehículos, maquinaria, vinos y bebidas espirituosas a América Latina. A cambio, facilitaría la entrada a Europa de carne, azúcar, arroz, miel y soja sudamericanos.
Algunas naciones de la UE, como Alemania y España, están entusiasmadas con un pacto que podría ayudar a impulsar las exportaciones en un momento de tensiones comerciales globales.
Pero el acuerdo propuesto ha provocado ansiedad entre los agricultores que temen verse perjudicados por un flujo de productos más baratos del gigante agrícola Brasil y sus vecinos.
Además de Lula y Milei, el presidente uruguayo Yamandú Orsii y el paraguayo Santiago Peña asistieron a la cumbre en Foz do Iguaçu, hogar de uno de los sistemas de cascadas más grandes del mundo en la frontera con Argentina.
Bolivia es el miembro pleno más nuevo del Mercosur, pero no forma parte del acuerdo comercial.
Milei apuesta por la flexibilidad
Milei aprovechó su discurso en el Mercosur para pedir una “reforma institucional integral”.
Argumentando que “la flexibilidad es una ventaja, no una amenaza”, el dirigente de La Libertad Avanza volvió a llamar a la liberalización de las reglas del bloque.
“Corresponde a este bloque decidir si avanzar con este viento de cola o aferrarse al mástil del pasado para luchar contra el cambio que nuestros países necesitan y exigen”, dijo el jefe de Estado, en referencia a la reciente victoria de su aliado de extrema derecha en Chile, José Antonio Kast, quien ganó la segunda vuelta electoral de este mes y asumirá el cargo en marzo próximo.
Milei se quejó de que “no hay mercado común, ni libre circulación efectiva, ni coordinación macroeconómica”, ni “suficiente apertura al mundo” con el Mercosur.
El líder argentino abogó por una “reforma institucional integral”, que debería “reducir el costo económico” del bloque, afirmando: “La integración debe servir al libre comercio, no a la burocracia”.
Según el presidente, cuando Mercosur “intenta avanzar de manera monolítica, se pierden oportunidades”, citando el ejemplo del estancado acuerdo con la UE.
“Después de décadas de negociaciones, no pudimos llegar a un acuerdo comercial. El tiempo que ha pasado no responde a las necesidades de nuestras naciones”, dijo, refiriéndose directamente al acuerdo.
– TIMES/AFP/NA