El presidente Javier Milei inició en diciembre una batalla con los sindicatos en su intento por reformar las leyes laborales de Argentina.
Después de su regreso a Buenos Aires desde Oslo el jueves por la mañana –donde el líder de La Libertad Avanza asistió a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz en honor a la figura de la oposición venezolana María Corina Machado– Milei puso la pluma sobre el papel sobre el texto final del paquete de reforma laboral de su gobierno.
El proyecto de ley fue enviado al Congreso Nacional ese mismo día, y el Senado lo abordaría primero. Los funcionarios pretenden obtener la aprobación inicial durante las sesiones especiales de diciembre, que se extenderán hasta finales de mes.
La Presidencia publicó en línea un video que muestra el momento en que Milei firmó el documento. “Por más crecimiento, más prosperidad, más empleo y para que Argentina vuelva a ser grande”, dice en el clip, en el que también aparece el jefe de gabinete Manuel Adorni y con una canción de la banda de rock australiana AC/DC.
Milei ha designado a tres funcionarios para defender en público la iniciativa de “modernización laboral” propuesta por el gobierno: el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; el secretario de Transformación y Función Pública del Estado, Maximiliano Fariña; y el secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Julio Cordero.
Se espera que los “portavoces” hagan rondas mediáticas para exponer el caso del gobierno. Es probable que el impulso reformista encuentre resistencia por parte de sindicatos y grupos laborales organizados.
Los medios locales han difundido detalles del proyecto de reforma. Las propuestas incluyen una ampliación de la jornada laboral, permitiendo extensiones de hasta 12 horas diarias, que podrán acordarse mediante negociaciones colectivas y contratos sindicales.
También introduciría cambios en el derecho a vacaciones, que podrán disfrutarse en cualquier época del año y dividirse en períodos de no menos de una semana. Según el nuevo plan, a cada trabajador se le garantizarían al menos unas vacaciones de verano cada dos años, a menos que decida lo contrario. Las parejas que trabajen en la misma empresa conservarían el derecho a vacacionar juntas.
Los cambios propuestos incluyen nuevas reglas para los períodos de vacaciones, ajustes a las indemnizaciones por despido e indemnización, la creación de nuevos fondos para financiar indemnizaciones por despido y modificaciones a los períodos de preaviso.
El texto también amplía la distinción entre partidas remunerativas y no remunerativas, permitiría la creación de componentes salariales dinámicos (fijos o variables) mediante negociación colectiva o decisión unilateral y exige que los salarios se paguen mediante transferencia bancaria o medios electrónicos.
Muchos de estos cambios han sido exigidos durante mucho tiempo por los empleadores del sector privado, que ven las reglas actuales como obstáculos al crecimiento.
En cuanto a la formalización laboral, el gobierno quiere introducir un nuevo sistema de registro centralizado y modificar las reglas que rodean los acuerdos colectivos de negociación salarial. Reconoce que dichos acuerdos pueden limitar la dotación de personal a tiempo parcial, definir métodos para calcular las horas de trabajo por promedio y negociar componentes salariales variables.
Tras la presentación del proyecto de ley, trascendió que el oficialismo quiere eliminar la llamada “Ley de Teletrabajo”, que regula el trabajo a distancia y desde casa.
Una cláusula del proyecto de reforma deroga la Ley 27.555 y sus modificatorias, proponiendo que dichas condiciones sean reguladas bajo la nueva Ley de Contrato de Trabajo del gobierno que permite que empleador y empleado lleguen a un acuerdo.
Se eliminarían normas específicas sobre el derecho a la desconexión, el retorno al trabajo presencial y la provisión de equipos y compensación de gastos, según informó la agencia Noticias Argentinas.
¿Resistencia?
Líderes de la agrupación sindical CGT, la federación laboral más grande de Argentina, se reunieron el jueves para discutir tácticas antes del impulso legislativo.
Si bien no hay un plan de acción definido en el corto plazo, fuentes sindicales dijeron que sus líderes inicialmente tomarán acciones “institucionales” mientras buscan persuadir a los legisladores para que respalden su causa.
Los integrantes del triunvirato de la CGT, Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Octavio Arguello, convocaron al Comité Ejecutivo en la sede de la federación en Buenos Aires, donde la mayoría de los sindicalistas buscarán una posición común en rechazo al proyecto de ley del Gobierno.
Habrá intrigas palaciegas, pero también habrá protestas callejeras”, dijo una fuente sindical, dando a entender que los sindicalistas de línea dura acabarán convocando una manifestación.
Dirigentes de la CGT y el jefe del sindicato de trabajadores de la construcción UOCRA, Gerardo Martínez, sostuvieron este miércoles una reunión con senadores peronistas que se comprometieron a rechazar cualquier reforma.
– TIEMPOS/NA
noticias relacionadas