Fotografía de archivo del 14 de diciembre de 2012 que muestra al entonces viceministro de Finanzas de Cuba, Alejandro Gil, en Viña del Mar (Chile). Foto EFE/ Felipe TruebaEl exministro de Economía y Planificación cubano Alejandro Gil fue sentenciado a cadena perpetua por delitos como espionaje, cohecho y sustracción y daño de documentos u otros objetos, informó este lunes el Tribunal Supremo Popular de Cuba.
Los jueces también considerarán culpables a Gil por daño de u otros objetos en custodia oficial y violación de los sellos oficiales e infracción de las normas de protección de documentos clasificados, de acuerdo con una nota del tribunal difundida en medios oficiales.
El exministro y ex viceprimer ministro, el alcalde funcionario condenado en Cuba en al menos 15 años, fue juzgado por estos delitos en un primer juicio que se celebró en La Habana entre el 11 y el 13 de noviembre.
Además Gil fue juzgado en un segundo proceso, celebrado entre el 26 y el 29 de noviembre, por los delitos de cohecho para cometer falsificación de documentos públicos, tráfico de influencias y evasión fiscal, los tres con carácter continuado. Por esta causa fue condenado a 20 años de prisión, indicó el tribunal.
El exministro puede recurrir a la sentenciaAmbas sentencias pueden ser recurrentes en el plazo de diez días.
El condenado, señala el comunicado, “mediante un actuar corrupto y simulador, se aprovechó de las facultades otorgadas por las responsabilidades que acumularon para obtener beneficios personales, recibir dinero de firmas extranjeras y sobornando a otros funcionarios públicos para legalizar la adquisición de bienes”.
Además, prosigue la nota, “engañó a la dirección del país y al pueblo que representaba, generando, con ello, daños a la economía” e “incumplió procesos de trabajo con la información oficial clasificada que manejaba, la sustrajo, la dañó y finalmente la puso a disposición de los servicios del enemigo”.
El Tribunal Supremo Popular consideró que estos “comportamientos altamente lesivos” hacen merecedor al investigado de una “respuesta penal severa” al dejar establecido que “la traición a la Patria es el más grave de los crímenes y quien la comete está sujeta a las más severas sanciones”.
Gil, que era también estrecho colaborador del presidente Miguel Díaz-Canel y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), estuvo al frente de la cartera de Economía y Planificación entre 2018 y 2024.
En febrero del año pasado fue cesado en lo que en un primer momento se atribuyó a los problemas en la aplicación de reformas económicas en el país en un contexto de crisis. Sin embargo, un mes después, Díaz-Canel anunció que Gil estaba siendo investigado por “graves errores” vinculados a delitos de corrupción.
A finales de octubre, un año y siete meses después del comunicado presidencial, la Fiscalía General de la República dio a conocer que Gil estaba imputado por once delitos.
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