26.4 C
Buenos Aires
Wednesday, December 24, 2025
More

    Tierra de Gracia: Los soldados engañados de Maduro

    Foto: Presidencia de Venezuela / AFPLas Fuerzas Armadas venezolanas chavistas, que ellas denominan bolivarianas, han pasado por un período de depuración primero y por un lavado de pensamiento después. Les han hecho creer que son el brazo armado defensor de la revolución. Una engañifa castrocomunista para usarlos como el ejército de la droga.

    Ahora los usan como escudo contra una invasión extranjera. “La patria está en peligro, jamás permitiremos que la huella extranjera imperialista pisotee nuestro suelo”, les dicen. En realidad, lo que le piden es defensor a la patria del tráfico de drogas, que el castrochavismo ha impuesto a Venezuela. Un ejército al servicio del Cártel de los Soles. No signifiquen permitir ser engañados por este clan mafioso. Les están pidiendo que defiiendan con sus vidas a los jerarcas del aparato represor de su propio pueblo. Los soldados de la verdadera patria, ustedes con uniforme y caras pintadas de camuflaje, tienen la oportunidad de poner las armas al servicio de los venezolanos de a pie y volverla contra esos Soles, sus generales, que se han enriquecido sobre la muerte de miles de compatriotas y producido el éxodo de 9 millones de venezolanos.

    Miren, observen en silencio soldados, cómo viven sus altos oficiales y en qué estado lo hacen ustedes y sus familias. Esos Soles son una casta de corruptos y ladrones, que junto con Hugo Chávez asaltaron el Estado de Venezuela para su único y propio beneficio. No han sido capaces de terminar una carretera. Han destruido la industria petrolera. Incapaces de garantizar comida, sanidad, luz, agua a la población. Es un desgobierno para todos, excepto para la cúpula del narcoestado. Ha estancado al país que fue el más próspero de Suramérica. En esa pobreza profunda está sumida la tropa y los oficiales que la mandan directamente. Sufren el mismo desprecio, pobreza y necesidades que el resto de la población rehén, que aún vive en Venezuela.

    Esos soldados saben bien que no están provistos con los equipos ni las armas para arriesgarse a un enfrentamiento por salvar a Maduro y sus socios en el poder. El riesgo de morir por defensor a los enemigos de los venezolanos. Piensen que los futuros gobernantes decentes cuentan con ustedes como los soldados leales al concepto de la libertad e igualdad, que inspiró a Bolívar. No se dejen manipular más. Y el ejército estadounidense no va contra el pueblo venezolano, sino contra Maduro, jefe del Cártel de los Soles y su banda.

    El presente de ustedes, soldados de hoy, no es defensor de Maduro, sino oponerse a que siga destruyendo el país. Y no tienen que disparar una bala, sólo con levantar su voz con valentía, que sabemos tienen, será suficiente. Como en el ejército se respeta la orden del mando, que comiencen sus oficiales cercanos ordenando bajar las armas. Esos que no son miembros privilegiados del Cártel de los Soles, los de abajo, oficiales que conocen las caras de sus soldados. Juntos pueden ser los batallones de la libertad, que buena falta hace en Venezuela.

    El Ejército venezolano ha tenido una tradición de servicio a la democracia. Lo probaron durante cuarenta años de gobiernos constitucionales (1958-1998). Chávez y sus socios castristas desarrollaron un programa de lavado cerebral, para crear un ejército cómplice de su plan para desmontar el Estado desde dentro, cosa que lograron. Pero, ha llegado la hora de descubrirles el engaño. La hora de que la tropa y sus oficiales cercanos les den por presos y lo entreguen a la justicia internacional. Sus cabezas tienen precio, y los socios que no la tienen, pero igualmente cómplices, también entréguenlos.

    Deben recordar, soldados, que ustedes estuvieron en cada local de votación el pasado julio de 2024, saben que quién ganó las elecciones, limpia y ampliamente, fue Edmundo González Urrutia. Y saben que Maduro usurpó el poder, proclamándose presidente habiendo perdido esas votaciones por más de 4 millones. Incluso, saben que muchos de sus compañeros soldados y oficiales votaron por Edmundo. Es la hora de investir al verdadero presidente y sacar a Maduro.

    Los soldados venezolanos no son responsables directores de esa política de persecución, tortura y ejecuciones, pero ustedes han sido utilizados. Es hora de despertar de esa pesadilla y cuadrarse firmes con la libertad. Demuéstrenlo, no es tan difícil, y móntense en el momento histórico que se avecina por el horizonte. Ayuden a que la patria nueva amanezca. Bolívar los está observando.