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Tuesday, December 23, 2025
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    Inflación y desbarajuste económico

    Venezuela, aun con los problemas existentes, hace 30 años era envidiada por muchos países. Era atractiva para inversiones e incluso para migraciones. Hoy día, después de 27 años de gobierno chavista, nadie envidia a Venezuela, nos hemos empobrecido y son millones los venezolanos que han huido del país en busca de una mejor vida. Hoy nuestra situación es dramática: un Estado fallido que no es capaz de atender las necesidades básicas del pueblo ni estabilizar la economía y un gobierno forajido, acusado de delitos internacionales, que no es reconocido por la mayoría de países debido a su ilegitimidad por haber desconocido los resultados electorales. En lo social hay un gran segmento de población en situación de pobreza crítica, hemos retrocedido en: salud, educación y servicios.

    El régimen compuesto por lo peor considerado que el erario público y la riqueza nacional eran su botón. Para apropiarse del dinero nacional suprimieron todos los controles, modificaron leyes y violaron la Constitución. Convirtieron al Banco Central de Venezuela en una caja chica del gobierno. A través de inmensos préstamos del BCV a Pdvsa y la realización de obras fantasmas saquearon y arruinaron Pdvsa, Además, para tener millonarias comisiones contrajeron una impagable deuda externa comprando desechos y armamento obsoleto, inventando obras. Los comerciantes de armas hicieron su agosto en Venezuela, daban espléndidas comisiones a militares y altos funcionarios del régimen. Por sus torpes políticas y su afán de perpetuarse en el poder destruyeron el Estado de derecho y crearon inseguridad jurídica e inestabilidad financiera, lo cual ahuyentó a inversores y alimentó la fuga de capitales, en los cuales iban los dineros que robaba la pandilla. No hay que ser experto en economía para inferir que el país sufriría una parálisis económica.

    La merma en la producción petrolera, provocada por el despido en Pdvsa de 26.000 técnicos altamente preparados y la superburocratización de la empresa, sumado a la salida de empresas internacionales del sector petrolero, condujo a una merma considerable del ingreso de divisas. Basta solo sacar cuentas: se producían 3,6 millones de barriles diarios y se redujo a 700.000. Además, se arruinaron empresas del Estado como Pequiven, Sidor, Fesilven, Alcasa y otras. En su afán para controlar la economía expropiaron empresas productivas como Sidetur, Electricidad de Caracas, Sivensa y medianas empresas del sector petrolero. Para paliar la inmensa carga burocrática y la política populista, a cada rato ordenaban al BCV imprimir billetes que no tenían valor alguno o respaldo, lo que ha traído inflación y se vislumbra como hiperinflación. Elemento perverso y criminal contra el bolsillo del pueblo.

    La debacle económica de estos 25 años de gobierno chavista no es producto de bloqueos ni de mala fe internacional, una muestra es que en el período 2004 a 2009 a Venezuela ingresaron tal cantidad de dólares como nunca en su historia, pero fueron saqueados por la pandilla y por el narcisismo de Chávez, que sintiéndose líder mundial regaló dinero a gobernantes y financió grupos subversivos. La causa de la debacle ha sido la inmensa e intensa corrupción de la pandilla cívico-militar, sus nefastas políticas, la incerteza jurídica, la liquidación del Estado de derecho, la violación de normas internacionales y su alianza con bandas criminales y grupos terroristas. Los culpables de la tragedia venezolana son Maduro y sus secuelas.

    La caída de la pandilla gobernante abrirá las puertas para construir un escenario de progreso. Tenemos recursos naturales que impulsarían de inmediato la economía. Un gobierno legítimo que de certeza jurídica negociaría la deuda externa en forma ventajosa para el país. Un gobierno decente recibiría ayuda humanitaria inmediata para solventar problemas urgentes de salud y de servicios. Una apertura petrolera traería divisas y generaría empleos directos, indirectos y recursos para la reconstrucción de la industria petrolera nacional. Los ingresos actuales manejados probablemente permitirían subir los salarios y pensiones, realizar asistencia social inclusiva para los sectores más empobrecidos. Con las nuevas inversiones en diversas áreas de minería en tres años podríamos estar con salarios y pensiones dignas.

    Estamos en la puerta de la caída de la pandilla gobernante. Eso implica que entraremos en un período de transición. De hecho, la pandilla derogó la Constitución por la fuerza, Edmundo González Urrutia por voluntad de la soberanía popular está investido para restablecer el orden constitucional (arts. 333 y 350), en virtud de ser usurpados todos los poderes, podrá decretar su disolución, decretar estado de excepción (art. 236.7), derogar leyes o decretos contrarios a la Constitución, mediante decreto para cubrir los vacíos y designar, temporalmente, personas que cumplan los requisitos. constitucionales, iguales en gobiernos regionales y municipales; y convocar a elecciones generales para restablecer en forma democrática los poderes públicos. El pueblo acompañará una transición transparente.